Tribuna Campeche

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EXPEDIENTE | SESO LOCO, ¿PUNTA DE LANZA CONTRA CLAUDIA?

Las desbocadas ansias de Gerardo Sánchez Sansores, alias “Seso Loco”, por asumir un papel protagónico en la lucha de los carmelitas para que Pemex pague los más de 25 mil millones de pesos que adeuda a proveedores de la Isla, no fue más que otra muestra del desdén y traición de la goberladrona Layda Sansores San Román a la “pinche islita”. 

Por un lado, la marcha del viernes antepasado no obtuvo la respuesta que se esperaba, la resonancia tampoco alcanzó mucho eco por la escasa asistencia, que vale decir, no preocupó a nadie en Palacio Nacional, que vio en el discurso retador del deschavetado Seso Loco contra la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo —a quien exigió una “disculpa pública” por el maltrato al Carmen—, la búsqueda de oportunidad de Layda Sansores para meterse al primer círculo presidencial. No lo logró, y por el contrario, fue motivo de burla, mofa, escarnio, pitorreo y mitoteo.

La marcha patrocinada por Sansores de cuando mucho dos mil trabajadores de las empresas subcontratistas de los proveedores de Pemex no cumplió el objetivo que buscaba, porque al privilegiar los objetivos políticos de la corrupta gobernanta, no expresó el gigantesco grado de enojo que hay entre obreros y patrones porque no tienen dinero para pagar sueldos y prestaciones, ya que sus facturas siguen irresueltas. 

Los proveedores inconformes querían bloquear el puente Carmen-Zacatal y cerrar las carreteras para que el grito de exacerbamiento de los afectados llegara hasta Palacio Nacional. Pero la gobernadora se interpuso sus intereses políticos y les pidió que sólo fuera una marcha, la cual contaría con su “respaldo”, y como muestra de ello les mandó a su irrelevante y bruto sobrino Seso Loco. Así el mensaje a Palacio Nacional sería “hay este problema, pero yo te lo puedo controlar”.

Hay que precisar que la presencia del tarado Seso Loco como uno de los “coordinadores” de la marcha, restó relevancia y provocó efectos contrarios a los buscados. Sí esperaban más gente, pero cientos de personas que pensaban marchar se arrepintieron y regresaron a sus casas, para no formar parte de un grupo de paleros que protestaría bajo las condiciones del Gobierno del Estado.

Para colmo, el hueco discurso del espía Seso Loco no aglutinó adhesión y restó fuerza al justo reclamo. Las poses histriónicas dramáticas de actor frustrado del drogadicto sobrino de la inepta mandataria causó risas y burlas en Palacio Nacional y cosechó un caudal de insultos y descalificativos de los propios carmelitas, que se sintieron traicionados.

El nivel de la estupidez del Seso Loco llegó al grado de decir que “el Gobierno Federal tendría que ofrecer una disculpa pública a Campeche y al Carmen”, y equiparó su “genial” aseveración con aquella “cuando el Presidente le pidió una disculpa pública a España, y Claudia fue empática con eso, para ofrecer una disculpa a los pueblos originarios”. En ese momento sepultó la protesta.

Pero ya encarrerado, el reprobado artista de Televisa arremetió: “En este momento con una manifestación, se debe ofrecer una disculpa pública a Carmen y decir: efectivamente los tratamos mal, porque nos robaron la vocación, nos robaron el futuro, dejamos de hacer camarón, empezamos a hacer petróleo, pero si somos petróleo que nos traten como un Estado petrolero. Ha habido durante 40 años un desdén por Campeche…”

Quienes lo conocen se preguntan si ese exabrupto fue producto de su consuetudinario consumo de sustancias estrambóticas, pues en sus propias redes sociales le han comentado: “que lo regresen al psiquiátrico”; “Seso Loco no es un activista, es un zángano”; “mantenido y huevón”; “prófugo del ácido fólico”, “calcetín de la gobernadora porque sólo abre la boca para meter la pata”; “ridículo”, “rata”, “vividor”, “eres igual de ladrón que tu esposa”, “pobre payaso”, “palero”, “hipócrita y cínico”, entre otros adjetivos descalificativos.

¿Por qué no asistió la cínica mandataria? Porque ya se encontraba de vacaciones disfrutando de lujos en algún rincón del planeta, pagados con dinero de los campechanos. Es decir, le valió madre el reclamo carmelita y mandó a su brutísimo sobrino a convencer a los empresarios de no bloquear el puente y desviar la atención, así fuera pidiendo a Sheinbaum una disculpa pública para los carmelitas. 

Si en realidad apoyaba Layda Sansores a los proveedores carmelitas defraudados por Pemex ¿por qué no dio una nueva muestra de su locura y utilizó su programa de los martes para oficializar la petición de esa disculpa pública a la presidenta Claudia Sheinbaum, en vez de perder el tiempo justificando el nombramiento del exrecluso Lavalle Maury?

Pero además: ¿para qué una disculpa? Los carmelitas lo que quieren es que les paguen las facturas que les adeudan. Los empresarios no pueden ir al banco a retirar un cheque de disculpas, o recibir una transferencia de expiaciones para que puedan a su vez pagar los sueldos, aguinaldos y demás prestaciones de más de 10 mil trabajadores afectados por la irresponsabilidad de Pemex y de los Gobiernos de la cuarta transformación por no saldar sus adeudos con ellos.

Es tan evidente la inutilidad del planteamiento del descerebrado sobrino oficial, que podemos concluir que la perversa Layda Sansores evitó la toma del puente y el bloqueo de carreteras como moneda de cambio para zanjar ese resentimiento, rencor y alejamiento con la presidenta Claudia Sheinbaum. Su interés primordial es ese, no cobrar los adeudos de Pemex. 

La faramalla de que sacó las garras y envió al más pendejo de sus lacayos a “cucar al tigre”, sólo busca privilegiar sus intereses políticos forzando una respuesta favorable de la Presidenta. Ante el fracaso, ¿qué sigue? ¿Que el discurso de los diputados en el Congreso suba de tono en contra del Gobierno Federal? ¿Que se solidaricen sus serviles diputados a la exigencia de la disculpa pública?

Porque se ve a leguas que el Gobierno de Todos los Corruptos Sansores evitó la convocatoria a una sublevación popular, mediante la toma de carreteras y el bloqueo de puentes, y así jamás pagará Pemex a los empresarios. Menos aún se obtendrá lo que por tantos años se ha negado a Campeche.

El amago de una movilización popular cayó en el juego político de la perversa, cínica y mentirosa mandataria, no para que le den a Campeche lo que por justicia le corresponde, sino para que a ella le den los espacios políticos que hasta hoy le ha negado el Gobierno Federal. 

Y mientras la sinvergüenza Layda Sansores privilegia sus intereses políticos por encima de los de Campeche, se incrementa el decrecimiento, el desempleo, la inseguridad y la corrupción. ¿Quedará algo cuando termine esta peste sansorista?

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