Tribuna Campeche

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La verdad no se mendiga | Tres comisiones

Sergio Aguayo Quezada

La cancelación de un coloquio académico sobre la Guerra Sucia es una anécdota menor que ilumina dos asuntos mayores: el sorprendente cambio de actitud presidencial hacia las víctimas y las dificultades que tiene el Presidente para imponer su voluntad.
La historia empieza en diciembre de 2018 y culmina en octubre de 2023. Durante ese período Olga Sánchez Cordero y/o Alejandro Encinas empujaron, desde Gobernación, una política que dio prioridad a las víctimas. Esa voluntad se plasmó en tres comisiones: la dedicada a buscar desaparecidos que fortalecieron porque ya existía y la creación de una comisión de la verdad sobre Ayotzinapa y otra sobre la Guerra Sucia que va de 1965 a 1990.
A medida que pasaba el tiempo, fue marchitándose la voluntad presidencial. Cuando este año se vio forzado a elegir entre víctimas y militares, optó por estos últimos. Descalificó a Encinas quien reaccionó presentando, el pasado 16 de octubre, el segundo addendum al informe sobre Ayotzinapa. En ese documento Encinas nos dio la evidencia sobre el papel jugado por los militares en la tragedia de Ayotzinapa.
El 19 de octubre Encinas renunció a la subsecretaría de Gobernación, en su lugar llegó un grupo decidido a borrar su herencia. Una de las actividades afectadas fue el coloquio “Más allá de la Guerra Sucia” que debió haberse realizado el lunes y martes de esta semana; era una actividad conjunta de El Colegio de México y los comisionados. Como la consideré una censura académica porque yo era ponente, el viernes 24 por la mañana publiqué un hilo de mensajes en “X”.
12 horas después, Gobernación dio su versión con un comunicado de dos cuartillas también subido a “X”. Reacciono por las imprecisiones y porque detecté un esfuerzo por enlodar injustamente a los ponentes. “La decisión de cancelar el coloquio —dice Gobernación—correspondió única y exclusivamente” a los cuatro comisionados; luego explican que cuando buscaron información sobre el evento se encontraron con que tendrían que pagar “medio millón de pesos” para traer a seis personas de “Londres, Houston, Buenos Aires, Nueva York y Santiago de Chile”. En las redes aparecieron las condenas a los voraces académicos cuando, aclaro, quienes aceptamos participar jamás pedimos honorarios y hacíamos un reconocimiento tácito a lo acertado de crear una Comisión de la Verdad sobre la Guerra Sucia.
Tengo en mi poder un oficio de Gobernación del 9 de octubre dirigido a las autoridades de El Colegio de México. Aseguran tener los “recursos para financiar el evento” y aclaran que los boletos serían emitidos en “un lapso de 24 a 72 horas” antes del evento. El jueves pasado Gobernación informó que no habría boletos. El típico “háganle como quieran”. En privado, funcionarios de esa dependencia ya habían expresado su disgusto porque en el evento participaran “enemigos del Gobierno” citando específicamente a Adela Cedillo, José Ramón Cossío y al autor de este texto. Absurdo, porque en las democracias no se censura a los críticos invitados a expresarse en libertad.
Con la cancelación del Coloquio no finaliza esta historia. En los últimos cinco años las tres comisiones acumularon una enorme cantidad de información que nos permitirá entender mejor los resortes de las violencias política y criminal. En el caso de la Guerra Sucia, los cuatro comisionados —que han trabajado de manera honorífica— terminarán su mandato el 30 de septiembre de 2024. Antes de ese día, dice la ley, entregarán “un informe final de esclarecimiento histórico de los hechos, procesos, instituciones y responsables que hicieron posible la comisión de graves, sistemáticas y generalizadas violaciones a los derechos humanos por parte del Estado mexicano, el cual será de libre acceso a la sociedad en general”.
Según las encuestas Claudia Sheinbaum será la próxima presidenta. A los pocos días de dejar el cargo Alejandro Encinas, fue recibido y arropado en la campaña de la candidata de Morena. ¿Significa eso que, de llegar a la Presidencia, la 4T recuperará el compromiso con las víctimas de las violencias? Sería altamente deseable, pues para desmantelar la maraña de pactos de impunidad se requiere del compromiso presidencial.
El incidente del Coloquio cancelado nos confirma que la libertad académica y la búsqueda de la verdad no se mendigan, se conquistan.

@sergioaguayo
Colaboró Jorge Araujo

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