La gobernadora Layda Sansores difunde propaganda pagada a través de Facebook, con supuestas obras que ha realizado en su tercer año de gobierno, y cínicamente se atribuye el Tren Ligero, obra federal cuya inversión, se dice, supera los 5 mil millones de pesos.
Pero no es el único anuncio o proyecto impulsado con dinero del gobierno federal, pues también se apropia del gasoducto Cuxtal II, lo que ha generado cuestionamientos en los campechanos. Asimismo, presume equipamiento en 1,048 escuelas sin precisar cuáles son y dónde se ubican, y menciona una erogación de $57.5 millones en la rehabilitación del 97% de las unidades médicas. Sin embargo, el Hospital General “Abraham Azar” del IMSS presenta serios problemas, como un techo en mal estado y una reciente fuga en una tubería que inundó los pasillos. ¿Así es en Dinamarca?
Los números alegres o “sus datos” también indican que cinco mil productores fueron beneficiados con caminos sacacosechas, pero tampoco aclara de qué comunidades o municipios son los beneficiados. Además, señala la construcción de tres centros de justicia para la mujer, pero ninguna agente de la Policía Estatal recibió respaldo después del operativo fallido en Kobén, y muchas han sido despedidas.
La gobernadora asegura que se han recuperado 9,543 empleos, pero no especifica dónde, de qué tipo, ni los montos salariales, mientras sigue despidiendo a los policías que alzaron la voz para exigir respeto a sus derechos. También anuncia la “rehabilitación y ampliación de la red de agua” sin precisar el número de comunidades o ciudadanos beneficiados, cuando en Calakmul sigue siendo una necesidad urgente. Entre otros proyectos, el nuevo C5 no era urgente y parece más bien un argumento para justificar gasto.
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