Tribuna Campeche

Diario Independiente

Ley del garrote

Todos los abusos, excesos y arbitrariedades que la amnésica Sansores San Román le criticó a los gobiernos del “PRIAN”, se han multiplicado y empeorado en su Administración…

Todo el embate que el “Gobierno de robos” ha implementado contra el rector José Alberto Abud Flores —intentos de defenestración, auditoría, fiscalización, guerra sucia, sobornar estudiantes, etcétera—, confirma la desesperación de la nefasta y caprichosa gobernadora Layda Elena Sansores San Román, para apoderarse totalmente de esa institución y convertirla en su principal centro de ideologización y adiestramiento.

Todos los abusos, excesos y arbitrariedades que la amnésica Sansores San Román le criticó a los gobiernos de lo que la chairada conoce como el “PRIAN”, se han multiplicado y empeorado en este llamado “Gobierno de cuarta”, o, como ellos se catalogan, de la “cuarta transformación”.

Sin empacho alguno, con desparpajo, cinismo y ruindad, el “presidente” del Congreso del Estado, el diputado Antonio Jiménez Gutiérrez, adelantó que van a utilizar a una de las instituciones del Poder Legislativo, para empezar a cerrar la pinza alrededor del rector Abud. 

A través de la Auditoría Superior del Estado de Campeche (Asecam), van a escudriñar sus cuentas y manejos financieros, que rebasan los mil 200 millones de pesos anuales, para encontrar cualquier pretexto que soporte la denuncia por peculado, desvío de recursos, tráfico de influencias, etcétera.

El siguiente paso será turnar el expediente a la Fiscalía Anticorrupción y desde ahí solicitar las órdenes de aprehensión, para llevar al rector y a sus asesores a la cárcel, con lo que este abusivo y prepotente Gobierno se apoderará de los destinos de la Universidad, y va a satisfacer su hambre de reclutar a los jóvenes para sus fines políticos. 

Ah, y de paso, se abrirán las multimillonarias arcas a las ambiciones desmedidas del Seso Loco. Porque de eso se trata todo en realidad, de dinero. De poder.

Una vez más, vamos a ser testigos del uso de las instituciones para perseguir a los adversarios del régimen. O de aquellos que no acatan ciegamente los dictados de la anciana mandataria.

Y no es que Abud Flores sea una blanca palomita. Para nada. Se rodeó de gente nefasta, acostumbrada al dinero fácil, y perdió de vista esta segunda oportunidad que le dio la vida para dejar huella en la Universidad. Pero prefirió lo fácil, la comodidad, sus intereses y acrecentar su soberbia, lo que le abrió frentes de guerra por todos lados.

Vistas así las cosas, sería un justo castigo su destitución y procesamiento por hechos irregulares que pudieran ser constitutivos de corrupción. Pero el prepotente Gobierno de la anciana de Palacio no pretende componer las cosas, sino quitar a Abud para poner a una persona incondicional que les permita a ellos, encabezados por Seso Loco, apoderarse del negocio, y de los jóvenes que necesitan para apuntalar su proyecto político. Tan enclenque, tan desnutrido. Tan desacreditado.

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