Arlequín (*)
Antes que nada, una aclaración: sí, el doctor Hugo López-Gatell estuvo al frente de la respuesta del Gobierno de México a la pandemia de Covid, y sí su trabajo dejó mucho que desear, pues murieron unos 800 mil mexicanos. Pero, la buena noticia es que lo queremos para jefe de Gobierno de la Ciudad de México y no para secretario de Salud.
Él pronosticó que la pandemia dejaría unos 60 mil muertos, falló, pero le digo que lo queremos para jefe de Gobierno, no para meteorólogo, ni adivino, ni para que nos diga quién va a ganar mañana en el partido de los Pumas contra el América.
Es verdad que él se ha opuesto a que los mexicanos sean inmunizados con vacunas de laboratorios estadunidenses, como Moderna y Pfizer. Ha impulsado el uso de las vacunas cubanas y rusas, pero lo queremos para jefe de Gobierno, no para que sea el mejor amigo del presidente yanqui capitalista Joe Biden.
Además, su postura no sólo es médica, sino ideológica pues está previniendo que, con esas vacunas yanquis, a los mexicanos nos inoculen el virus del capitalismo, o que nos implanten algún tipo de chip o dispositivo. ¡Qué hay mejor que un mojito cubano o un ruso blanco!
Él ha dicho que el cubrebocas sirve para lo que sirve, y no sirve para lo que no sirve, tomando esa filosofía, sabemos que para subsecretario de Salud y encargado de contener una pandemia, él no sirve, pero lo que sí es seguro, es que para jefe de gobierno sí sirve.
Si en sólo cinco años el doctor convirtió el desvencijado sistema de salud que este Gobierno heredó de las administraciones corruptas y neoliberales, en un servicio sanitario como el de Dinamarca, imagínese lo que puede hacer por la Ciudad de México en seis años esto será como el Dubái de América Latina.
Altos niveles de bienestar, bajos índices de pobreza e inseguridad. Se tendrán las grandes ventajas de las que se gozan en las capitales de las principales potencias económicas del mundo, pero con un gobierno de izquierda, o como lo ha llamado AMLO, el padre de la cuarta trasformación, el “humanismo mexicano”.
Una de las ventajas de tener como jefe de Gobierno a un sagaz médico-político como Hugo López Gatell es que su inteligencia le permite detectar potenciales amenazas conservadoras al movimiento de transformación.
Como olvidar cuando advirtió que las protestas de los padres de niños con cáncer eran sólo un tema del corrupto sistema neoliberal, para obstaculizar el cambio y promover un golpe de Estado. “Esta idea de los niños con cáncer que no tienen medicamentos, cada vez lo vemos posicionado como parte de una campaña, más allá del país, de los grupos de derecha internacionales que están buscando crear esta ola de simpatía en la ciudadanía mexicana ya con una visión casi golpista”.
Con un jefe de Gobierno de este calibre, los capitalinos estaríamos protegidos hasta de la posible llegada de seres extraterrestres, como lo advertido por otro gran doctor, el científico Jaime Maussan, a quien, por cierto, no sería mala idea que López- Gatell integrara en algún puesto de su gabinete, en caso de llegar a la Jefatura de Gobierno.
Otra gran ventaja es que él es joven, incluso para muchas mujeres y hombres es guapo. Así que tiene un prometedor futuro, lo que hará que se empeñe en realizar su mayor esfuerzo en la capital del país para que se le recuerde como el mejor jefe de Gobierno de la Ciudad de México, lo que casi le da pase automático a la Presidencia en 2030.
De hecho, hoy las encuestas serias lo presentan como el segundo doctor más popular de México, sólo superado por el doctor Simi, pero con la ventaja que la simpática botarga es muy seria como para atreverse a contender por la Presidencia.
En fin, kilo por kilo, como dicen en el box, difícilmente podría haber mejor jefe de Gobierno que el doctor López-Gatell, quien insidiosamente es llamado “doctor muerte” por sus detractores, sin comprender que sí, que dará muerte a la pobreza, a la inseguridad, a la falta de transporte, a desabasto de agua, y a todo lo que haya que eliminar en la capital del país.
Pero no le crea a este Arlequín, que quizá este segado por el brillo del doctor López-Gatell, sólo recuerde lo que el mero machuchón de la 4T opina del hombre que aspira a ser jefe de Gobierno.
“Quiero hacer un reconocimiento especial al doctor Hugo López-Gatell que nos ha ayudado mucho, ha sido clave porque es un especialista de primer orden, especialista en la materia, en la atención de epidemias, de pandemias y, además, una persona honesta, íntegra, que ha estado informando siempre con transparencia y con apego a la verdad”.
“Esto no les ha gustado mucho a nuestros adversarios, los conservadores, y lo han estado hostigando, atacando, durante todo este tiempo, pero él ha sabido ganarse la confianza de la mayoría de la gente, tiene credibilidad porque es una persona responsable, un profesional de primer orden”. Y, si eso dice AMLO del doctor Hugo, es la pura verdad, ya que el Presidente nunca miente.
En sus manos está, querida lectora, querido lector chilango hacer que el doctor López-Gatell, quien por cierto no es una fuente de contagio, sino una fuerza moral, pase de ser el rockstar de la 4T, a jefe de Gobierno de la CdMx.
Mi voto, sin duda es para el doctor…. Simi.
ME CANSO GANSO. – Tons, fue el Estado o no.
Por años, al menos nueve, el movimiento político del presidente López Obrador sostuvo que fue el Estado, quien desapareció a los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Pero ahora resulta que el Presidente asegura que “No es culpar por culpar; no es nada más: Fue el Estado y fue el Ejército”. Tons, quién fue señor Presidente.
(*) Analista serio de la política cómica.
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