En las Tripas del Jaguar: 31 de julio de 2023

EL FRAUDE DEL JAGUAR. La portada de TRIBUNA ayer, es la prueba fiel de que con un programa de televisión Layda Sansores quiso aparentar que trabajaba. Su “silla de la gobernadora” no fue más que un teatro armado en el cual, utilizó inocentes personajes para señalar las deficiencias que urgía robustecer, pero no hizo absolutamente nada por mejorarlas. Hoy el Martes del Jaguar es evidencia de su falta de compromiso y de su deshonestidad.

Los invitados a la corrupta silla, en su mayoría estudiantes, hicieron propuestas a la gobernadora de cómo mejorar los planteles y en general la educación, pero todo fue un show mediático, sigue igual o peor. Lo que pone en duda todos los millones de pesos invertidos en supuestas mejoras de los planteles educativos, a los cuales, en su mayoría, solo le aplicaron pintura para la foto.

Más decepcionados aún deben sentirse los protagonistas de cada programa al ver que de nada sirvió hablar con la gobernadora, que sus palabras y peticiones quedaron en el aire. ¿Cuánto tiempo más pensaba Sansores qué iba a durar el engaño? ¿Dos años no han sido suficientes? Sus resultados no se ven, por ningún lado.

DOS AÑOS DE RETROCESOS. Además de servir para aparentar que gobierna, el Martes del Jaguar ha sido una ventana de confrontación; desde la cual, Layda Sansores insulta, difama, violenta, ofende y denosta a adversarios y partidos políticos, medios de comunicación, periodistas, jueces, funcionarios electorales, instituciones, empresarios y en general, quien en ese momento sea enemigo de Andrés Manuel López Obrador.

Al igual que en la mañanera, Sansores utiliza un discurso de odio para polarizar y dividir a la ciudadanía, una cantaleta que sirve de cortina de humo para apartar la atención de los constantes fracasos de los gobiernos federal y estatal. Cuando no puede evadir su responsabilidad, insiste en culpar a gobiernos anteriores de sus nulos resultados.

El reiterado formato cansó ya a los campechanos, que ven con tristeza, como tras dos años de gobierno, se acumulan retrocesos en salud, seguridad, economía, empleo y educación. Por ello cada día crecen más los reclamos en redes sociales pidiendo a la gobernadora dejar el show y ponerse a trabajar. ¿Los escuchará?

ALITO FUE MEJOR QUE LAYDA. Cada martes, al menos desde hace un año, el gran distractor de Layda Sansores se llama Alejandro Moreno Cárdenas. Lo acusa de todo, pero hasta hoy ha sido incapaz de comprobarle desvío alguno en su administración. En otras palabras, el gobierno de Alito no fue corrupto, como lo es el suyo. Se habla de que se siguen procesos a algunos funcionarios, pero ninguno está tras las rejas.

En materia de corrupción, no hubo mejora alguna con Layda Sansores. Prometió acabarla y terminó encubriendo a los funcionarios de su administración denunciados por desviar recursos: Marcela Muñoz Martínez en la SPSC, Ricardo Sánchez Cerino en el IEEA, Karla Gelisle Sánchez Sosa en Seduopi, Eutimio José Sosa Espina en Cultuta, Teresa Xóchitl Pitzahuatl Mejía Ortíz en Sebien y Luis Humberto López López en Indajucam.

¿En qué mejoramos? En nada. ¿Qué beneficios trajo? Ninguno. ¿Hubo cambio? Sí, corrieron a los campechanos y emplearon a foráneos, y Campeche dejó de ser para los nuestros. Le debe doler hasta el alma a Layda Sansores tener que admitir que Moreno Cárdenas hizo mucho más en sus primeros dos años, mientras ella no ha hecho nada. ¿De qué va a informar?