La UAC, rehén de prácticas viciadas

La Universidad Autónoma de Campeche (UAC) ha sido rehén de prácticas viciadas y cavernarias, afirmó el rector José Abud Flores, al sostener que ninguna institución superior debe ser rehén de una formación política en particular y subrayar que la universidad, en su sentido profundo, es el espejo donde se mira la sociedad, el templo de la virtud y de la inteligencia, espacio privilegiado de la razón y de encuentro de ideas orientadas hacia un bien supremo.

Al enviar su mensaje a la comunidad universitaria, se refirió al exgobernador José Antonio González Curi —quien lo defenestró hace 23 años de la Rectoría y derrotó en las elecciones a la hoy gobernadora Layda Elena Sansores San Román—, y lo definió como “un pequeño de aguda conducta paranoide, con demencia, de aguda neurosis y desarreglo mental”.

Ante los exrectores Tirso René Rodríguez de Gala Guerrero, Javier Cu Espejo, Adriana Ortiz Lanz, Cindy Saravavia López y su antecesor José Román Ruiz Carrillo, recordó que en 1997 fue objeto de persecución, odio y asedio, por desafiar las practicas cavernarias de las que ha sido rehén la UAC, al permitir que en ese entonces Layda Sansores ingresara a los espacios universitarios como candidata del PRD.

Abud Flores dijo que en aquel entonces, al candidato oficial (José Antonio González Curi), no le pareció la apertura de la UAC a otros abanderados, por lo que inició una contraofensiva. Incluso exigió recursos económicos y el parque vehicular de la institución.

“Desde su fundación, indicó, esta Casa de Estudios fue rehén de prácticas viciadas, que favorecieron la comparecencia de candidatos del partido oficial y en contrasentido negaron el ingreso al espacio universitario a integrantes de otras formaciones políticas para exponer sus propuestas al colectivo universitario”.

Relató que “el 21 de abril de 1997 nuestra institución desafió prácticas políticas cavernarias, al proponer la inclusión de todos los postulantes de las formaciones políticas registradas para exponer sus propuestas y establecer diálogo respetuoso y enriquecedor. Esta acción fue respuesta frontal sustentada en el letus universitario”.

Sin mencionar el nombre del exgobernador José Antonio González Curi, lo calificó como “un pequeño candidato, de aguda conducta paranoide, temeroso e inseguro, con demencia, de aguda neurosis y desarreglo mental”.

“Un pequeño candidato del partido oficial exhibiendo aguda conducta paranoide desató una contraofensiva oscura, temeroso e inseguro intentó revivir con obscenas exigencias tiempo sepultados”, continuó.

“Con estridencias y manotazos demandó a la universidad recursos en efectivo para fondear su campaña en franco declive, exigió disponer del parque vehicular de la institución, impuso cualquier cantidad sin sentido y en el vértice de la demencia ordenó cancelar el ingreso de la candidata Sansores a la casa de los universitarios”.

“Su aguda neurosis le impidió comprender. El encono fue su refugio. Desató el asedio contra la institución y mi familia. La ruin e insana intimidación nos obligó a solicitar protección diplomática, y tres corazones niños de ceiba y de cedro maduraron apresuradamente para entender el desarreglo mental, que abrazaba al acosador”.

RECUPERAR

LA DIGNIDAD

Indicó que a casi 23 años regresa a la universidad, su casa, templo de la inteligencia, hogar de los universitarios, acompañado de dos sentimientos: “el orgullo y la modestia;  por ser universitario y llegar a casa, de la cual nunca he salido ni ella de mí; modestia por estar consciente que toda empresa académica, de investigación, administrativa, no es un proyecto personal ni de solitario sino el resultado del trabajo articulado con las consciencias”.

La universidad en su sentido profundo es el espejo donde se mira la sociedad, el templo de la virtud, de la inteligencia. Ese espacio privilegiado de la razón, el sano constructivo debate, el encuentro de ideas orientadas hacia un bien supremo.

Refrendó su compromiso y el ideal de enaltecer los valores universitarios, impulsar mejores condiciones, recuperar la dignidad y velar para que los jóvenes reciban formación integral.