En el Código Penal del Estado de Campeche ya existen penas que pueden utilizarse para sancionar a quien fomente el odio o cualquier tipo de violencia a las mujeres y otras personas, señaló el presidente del Colegio de Profesionistas en Derecho, Francisco Eustaquio Portela Chaparro, al considerar que “está de más” seguir reformando la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y creando conceptos como la violencia mediática.
Lamentó, sin embargo, que esta nueva figura legal pueda ser utilizada como amenaza contra los medios de información que exhiban irregularidades o actos fuera de la ley de servidores públicos del género femenino. No se debe legislar con dedicatoria y menos generar conceptos jurídicos para proteger la impunidad, acotó el también exdiputado local panista.
Al Estado le hace falta aplicar las leyes vigentes, señaló, y no que cada Legislatura haga las adecuaciones que considere, porque nunca se llega a nada y los afectados son las víctimas de delitos a través de redes sociales.
Ya se ha judicializado al menos un caso de una mujer que fue víctima de delitos de odio a través de redes sociales, recordó, a quién se aplicó la llamada Ley Olimpia y esto sirve como antecedente para recalcar que no son necesarias otras leyes o conceptos dentro del Código, sino aplicar las que existen.
Siguen reformando, adicionando, incrementando medidas y penas privativas de libertad o sanciones al Código Penal del Estado, cuando ni siquiera se ha dado una verdadera protección a las mujeres y a los grupos vulnerables, enfatizó. Entonces yo creo que debemos priorizar que se evite la impunidad de aquellos hombres que desafortunadamente fomentan el agravio a las mujeres.
Acusó que hay servidores públicos, como en este caso los diputados locales, que desconocen cómo se aplica la ley y sólo se dedican a realizar modificaciones para justificar el sueldo que reciben, y por otra parte el Ministerio Público, que no ha entendido esa protección que está en el Código Penal, y siguen creyendo que las redes sociales no son un medio a través del cual se incite al odio.
La nueva figura de violencia mediática pudiera beneficiar, aceptó, si no existieran otras leyes conjuntas, pero es una propuesta escueta cuando está dentro de una ley que ya existe.
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