Como Gobierno, Morena es un fracaso: Baqueiro

Como Gobierno, tanto en el país como en el Estado, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) es un fracaso, y tiene a los mexicanos con serios problemas en economía, salud y seguridad, lo que pone al PRI más vivo que nunca para recuperar en el 2024 los espacios desde la Presidencia de la República hasta las juntas municipales, según la diputada local, Laura Olimpia Ermila Baqueiro Ramos.

Y condenó la falta de capacidad política del Gobierno Federal, y la nula voluntad de la gobernadora Layda Elena Sansores San Román para que en Campeche se abone a la paz y tranquilidad, se privilegie la unidad, y se construya un mejor Estado, ya que en tan poco tiempo ha demostrado que su prioridad es la división y el odio entre los campechanos.

Morena está equivocado al pensar que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es un enemigo, es el adversario que ataca como un recurso de desesperación al ver que se acrecienta la decepción de los ciudadanos por su mal Gobierno, asentó.

“El PRI no está muerto, está vivo, y hay muchos militantes que estamos abonando y participando en actividades para que Campeche esté mejor. A Morena sólo le interesa la política, tiene la mira puesta en el 2024, por eso se dedica a grillar y no da resultados”.

Reiteró que ha demostrado que no sabe gobernar cuando le toca ser autoridad, algo por lo que ha luchado durante muchos años, pues Sansores San Román insistió más de dos décadas, y ahora que es gobernadora, lo que menos hace es gobernar; y en el caso del presidente Andrés Manuel López Obrador, todos los días está en campaña, lanzando desde “Las Mañaneras” los ataques al PRI.

“Cuando tienen el poder no lo saben ejercer, los priístas sí sabemos gobernar. El México que hoy disfrutan, lo construyó el PRI. Por su puesto que tenemos errores, pero hay más aciertos, y hoy el país con Morena como Gobierno está mal en economía, seguridad y salud”.

Agregó que la gobernadora Sansores San Román pone en riesgo la gobernabilidad y promueve la polarización, como una manera de desviar la atención de los nulos resultados de su administración; apenas lleva ocho meses en el poder, por lo que está a tiempo de rectificar para privilegiar el diálogo y los acuerdos por el bien del Estado.