Unas 10 denuncias por peculado y abuso de autoridad interpondrán el Instituto Electoral del Estado de Campeche (IEEC), en contra de funcionarios por el presunto desvío de 11 millones de pesos detectados por la Auditoría Superior del Estado (Asecam) en los últimos tres años, reveló la consejera presidenta, Lirio Suárez Améndola, y anticipó que la mitad se perseguirían penalmente.
El Órgano Interno de Control (OIC) ha fincado algunas responsabilidades y está integrando las denuncias para presentarlas ante la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción del Estado (Feccecam), la cual integrará las carpetas de investigación y las turnará a los tribunales penales o administrativos, según sea el caso.
“La mitad serán administrativas y la otra mitad penales”, consideró, al confirmar que los servidores públicos involucrados, pertenecientes a la Junta General Ejecutiva, ya fueron separados de sus cargos, y los presuntos delitos fueron cometidos durante la gestión de su antecesora, Mayra Fabiola Bojórquez González.
También aclaró que no prosperaron las denuncias por presunto nepotismo de algunos consejeros electorales, toda vez que durante las investigaciones se comprobó que ningún familiar está laborando en el Instituto, aunque sí se detectaron casos de conflicto de interés. No hay ninguna persona que sea familiar de algún consejero. Sí hay algunos casos que no fueron nepotismo, sino conflicto de interés, pero no pertenecían al área del Consejo General, sino de la Junta General Ejecutiva, indicó.
Luego la funcionaria electoral adelantó que cerca de 50 trabajadores del IEEC serán despedidos, por el recorte del 56 por ciento que aplicó el Congreso a su presupuesto 2022, y lamentó que afecte el ingreso de cinco decenas de familias.
“Se van a ver afectadas cerca de 50 personas de una plantilla de 131, casi la mitad. Es una medida un poco triste, porque son 50 familias que perderán su ingreso”, indicó.
Por otra parte, Suárez Améndola reconoció que, si bien la propuesta de reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene cosas buenas, como la implementación del voto electrónico, también tiene cosas negativas, como la desaparición de los órganos electorales locales y la centralización en lo que sería el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas.
“La centralización nunca ha sido buena medida. Por eso desde los años 60 se empezaron los procesos de descentralización, para dejar que los Estados puedan operar la parte que les corresponde. ¿Cómo piensan que va a funcionar esa centralización? Todavía le hace falta que maduren un poco más la idea”, subrayó.
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