Pese a no contar con los permisos para la operación de un crematorio a las afueras de Atasta Pueblo, la funeraria Isla del Carmen, propiedad de Alejandro Esparza Caro, quien continúa timando a las personas que piden sus servicios, como ocurrió con el cuerpo de una persona a la que solo la mitad pudieron incinerar, debido a que las autoridades le cerraron el negocio en pleno proceso de calcinamiento.
Afirmó lo anterior Martha García Sánchez, vocera de la organización Carmen contra la Corrupción, A.C., al indicar que el empresario ofrece ese servicio fuera de la ciudad, cuando sus papeles no están en regla y la población de Atasta pidió cerrar el crematorio.
Denunció que, de manera reciente, este sábado se tuvo conocimiento de un acto de fraude, cometido por los directivos de la funeraria, los cuales ofrecieron a familiares de un joven, los servicios de crematorio por un costo de 19 mil pesos, pero que sería en el de Atasta donde no existe permiso.
“Sin embargo, al parecer la acción no pudo concretarse, ya que al sitio se presentaron elementos de Protección Civil y en un operativo conjunto donde estaba la Policía Ministerial y otros cuerpos policiacos, clausuraron las instalaciones. El cuerpo del difunto quedó a media cremación, al parecer”, expresó.
Sostuvo que, a través de las redes sociales, los familiares del difunto, dieron a conocer que pese a que el deceso se registró a las 11 de la mañana y a las 14:00 horas le entregaron el cuerpo a la funeraria, hasta la tarde de ayer no les entregaron las cenizas.
“Se menciona que, tras la clausura, el cuerpo que pretendía cremar, quedó a la mitad del proceso, sin embargo, se desconoce que ha sucedido con el mismo y hasta cuando se les entregará a los familiares”.
La activista significó que ese acto, es a todas luces un fraude, ya que los directivos saben que no cuentan con los permisos correspondientes para el funcionamiento de un crematorio en Atasta Pueblo, por lo que se les debe sancionar de manera enérgica.
El problema, en ocasiones es que solo una empresa puede incinerar, pero las demás tratando de ganar, ofrecen un servicio que no pueden brindar bajo ninguna circunstancia, observó.
Expuso que desde el 2020, durante la fase más crítica de la pandemia del Covid, la funeraria Isla del Carmen intentó llevar a cabo la instalación de un crematorio a las afueras del poblado de Atasta, en el rancho “Las Peraltas”, sin embargo, ante la oposición de los habitantes, el proyecto se descartó y no se otorgaron los permisos para ello.
“Desde entonces, los empresarios han intentado en reiteradas ocasiones que se les otorguen los permisos de funcionamiento para poder instalar en esta comunidad un crematorio, sin embargo, ante el permanente rechazo de la población, no les ha sido posible”, concluyó.
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