Exigen padres a Seduc concluir obra en jardín

Rehabilitación inició antes de la pandemia

Padres de familia del preescolar “Josefa Pascual Montalvo” ubicado en la colonia Flor de Limón, amenazaron con tomar las instalaciones a manera de protesta para exigir a las autoridades educativas concluir la rehabilitación del plantel que desde hace tres años comenzó, y sólo se tiene un avance del 60 por ciento lo que impide a los niños tener clases presenciales.

La directora del plantel, Lucía Ruíz Valdez, detalló que ya llevó los oficios a la Secretaría de Educación (Seduc), por lo que esperan que en breve se dé celeridad a los trabajos, con estas condiciones bajó la matrícula debido a que muchos padres cambiaron a sus hijos a otros planteles.

“No hay las condiciones para trabajar. Los niños del primer año se encuentran amontonados en la cocina donde tenemos todo el mobiliario acumulado, todos trabajan en la sala de cantos donde están expuestos al polvo, se nos han enfermado muchos pequeños de la piel, incluso de las vías respiratorias”.

La respuesta que recibió el jueves en la Seduc cuando acudió a llevar un oficio con la firma de todos los padres de familia, fue que el encargado de la obra la abandonó por lo que entrará a revisión de  nuevo, pero podría durar al menos tres años más.

“Atendemos solamente a 85 niños, de los cuales el 50 por ciento asiste en la primera semana, el resto en la segunda, por lo que algunos  padres de familia cambiaron a sus hijos de escuela, lo entendemos”.

Los padres de familia Ricardo Palmer y Lourdes Can, quienes colocaron pancartas en la entrada de la escuela, manifestaron que esa obra comenzó antes de la pandemia y hasta ahora no se ha hecho nada para terminarla, pese a que han llevado varios oficios e incluso cumplido peticiones.

“La persona que contrata el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (Capfce), no cumplió con lo estipulado en los contratos en tiempos de entrega, simplemente se fue, tenemos el área cívica llena de arenas  y grava, falta que la embutan para encementarla, poniendo en riesgo la integridad de los niños”.

Anteriormente habían pedido un domo, pero querían volver a colocar el que estaba pese a que tenía fierros y láminas que ya no servían. “No vamos a dejar que las maestras impartan clases porque es peligroso para los niños, por lo que hemos decidido tomar la escuela para presionar a las autoridades”.