Retraso en la entrega de fertilizante en Bacabchén

Que Layda no había pagado para que surtieran el insumo

BACABCHÉN.– La falta de interés y la ingobernabilidad de Layda Sansores San Román, está llevando a un rotundo fracaso a la llamada 4T en el Estado, donde la falta de personal capacitado ha originado un caos en la entrega del fertilizante, principal insumo agrícola para la siembra primavera-verano 2022, recriminaron campesinos.

Molestos, líderes agrícolas mencionaron que nunca les habían entregado el fertilizante a pocos días de concluir la fecha de siembra de manera oficial, además que se enteraron que la gobernadora no había pagado el 25 por ciento que le correspondía para que las empresas surtieran el insumo.

Los labriegos Marco Antonio Aké Poot y Lizandro Aké Euán, afirmaron que ellos pagaron más que Layda Sansores San Román, quien junto con Ramón Ochoa Peña, secretario de Desarrollo Agropecuario (SDA), se ha dedicado a denostar a los ayuntamientos, acusando que los campesinos no han pagado la parte que les corresponde.

Aké Poot y Aké Euán, manifestaron que Gualberto Caamal, líder de Morena, ha estado politizando todos los apoyos en la comunidad de Bacabchén, por lo que fue amenazado por los mismos pobladores, quienes reiteraron que nunca había ocurrido esta situación, pero a los militantes morenistas sí les entregaron más de seis bultos de fertilizante en tiempo y forma en las bodegas de Segalmex, en Dzitbalché.

Lo cierto es que la 4T limitó a los campesinos, ya que las anteriores administraciones daban la cantidad de fertilizante que solicitaba el productor, pagando únicamente 320 pesos por bulto, siendo esto el 50 por ciento que le correspondía al productor y el otro 50 por ciento quedaba dividido entre el Ayuntamiento y el Gobierno del Estado.

Los mencionados, además de Andrés Chan Poot, criticaron la acción de la gobernadora Layda Sansores y Ochoa Peña, quien al final aceptó que no han podido liquidar los insumos agrícolas que están entregando muy atrasado. Incluso los productores tienen que secuestrar funcionarios, invertir recursos y perder su tiempo en protestas en el Palacio de Gobierno, para que les den el fertilizante que debió ser entregado antes de junio.