Este fin de semana, personajes ligados al Movimiento Regeneración Nacional (Morena) dieron la nota en las noticias policiacas, al involucrarse en hechos que los pusieron en el ojo público.
Pero mientras el dirigente estatal morenista, el chilango Erick Alejandro Reyes León, ha guardado silencio sobre la trifulca que protagonizaron su hermano, hijo y chofer en conocido bar del malecón de la ciudad, el diputado local morenista Cesar Andrés González David, negó que estuviera en estado de ebriedad al ser detenido el fin se semana en un filtro de alcoholimetría instalado en la misma zona, y que utilizara su influyentismo para no ser retenido junto con su lujosa camioneta.
El líder morenista hizo mutis sobre la riña que involucra a sus familiares, quienes habrían sido liberados, a pesar de ser los agresores, por órdenes de la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC), la guanajuatense Marcela Muñoz Martínez, para festejar su onomástico junto a su familia.
En tanto, el legislador plurinominal desmintió al director de Tránsito y Vialidad de la SPSC, Rafael Miranda Ortiz, quien confirmó que el morenista sí se encontraba en estado inconveniente, a tal grado que ya no era apto para conducir su vehículo.
Y aseguró que el resultado de la prueba de alcoholimetría que le practicaron en el filtro de la Policía Estatal Preventiva (PEP) arrojó que “estaba en el límite de lo permitido”, por lo que le aconsejaron que llamara a alguien para que conduzca por él, pese a que la Ley de Vialidad establece que su lujosa camioneta debió ser retenida y enviada al corralón.
González David manifestó que los policías hicieron lo correcto, y aunque le preguntaron a qué se dedicaba y les comentó que era diputado local, “procedieron conforme a derecho”.
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