CARESTÍA ALIMENTARIA LLEGA A MÁS DE 15%, DE ACUERDO CON EL INEGI
CIUDAD DE MÉXICO (Apro y El Universal).– El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó 0.44 por ciento respecto a la quincena anterior. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 8.53 por ciento durante la primera quincena de octubre, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El organismo recordó que en la misma quincena de 2021, la inflación quincenal fue de 0.54 por ciento y la anual, de 6.12 por ciento.
“El índice de precios subyacente incrementó 0.42 por ciento a tasa quincenal y anual, 8.39 por ciento. En el mismo periodo, el índice de precios no subyacente subió 0.48 por ciento quincenal y 8.95 por ciento a tasa anual”, indicó en un comunicado.
Los productos que tuvieron alza en su precio fueron la calabacita con 19.12 por ciento, la electricidad con 17.46 por ciento y el jitomate con 9.31 por ciento. Por otra parte, la cebolla, naranja, aguacate y papa fueron los productos con la mayor disminución en el costo de su precio.
POBRES, MÁS AFECTADOS
La población pobre sufre inflación superior a nueve por ciento, aunque la carestía alimentaria llega a más de 15 por ciento, de acuerdo con el Inegi.
Las familias con ingresos de hasta un salario mínimo, es decir, aquellas que perciben máximo cinco mil 190 pesos al mes, enfrentaron una inflación de 9.3 por ciento durante la primera mitad de octubre de este año.
Es decir, los precios de bienes y servicios que más consumen presentaron un alza superior a la inflación general, cuya tasa fue de 8.5 por ciento en este periodo.
Los hogares que ganan de uno a tres minisalarios, de cinco mil 191 a 15 mil 560 pesos, resintieron también una carestía de 9.3 por ciento.
En agosto pasado, había 43.5 millones de trabajadores con un ingreso de máximo tres salarios mínimos, lo que significó 76 por ciento de la población ocupada, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi.
La inflación se desaceleró a 8.9 por ciento para familias que perciben de tres a seis salarios mínimos, de 15 mil 561 a 31 mil 120 pesos.
Sin embargo, los menos afectados fueron los hogares con ingresos de más de 31 mil 120 pesos, pues los precios de bienes y servicios que consumen subieron 8.1 por ciento, es decir, menos que la tasa general de inflación.
“La inflación es la variable macroeconómica que tiene mayor impacto en las familias de bajos ingresos debido a que es el segmento de la población que destina una mayor parte de sus ingresos a la adquisición de bienes de consumo, principalmente alimentos, para poder mantener su calidad de vida”, comentó Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey.
En entrevista, destacó que los hogares con menores ingresos destinan hasta 47 por ciento de su gasto para comprar alimentos, mientras que los de mayor capacidad, 35 por ciento o una tercera parte.
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