Gobierno es culpable de la violencia: obispo

POR FALTA DE PERSPECTIVA DE FAMILIA AUMENTA A ÍNDICES DE MIEDO Y MUERTE

Preocupa que las estructuras del Gobierno no tengan la perspectiva de familia, pues es lo que provoca que la violencia siga incrementando a índices que generan miedo y muerte en nuestra entidad, alertó el obispo de Campeche, José Francisco González González, en su reciente visita a la Isla.

Al acudir a un evento religioso, el pastor de la grey católica señaló que en los oficios celebrados recientemente se pide por la paz, “porque cuando hay violencia, la violencia genera inseguridad, y la inseguridad genera miedo y muerte”.

Por desgracia —continuó—, vemos con preocupación que el problema de la violencia sigue creciendo a nivel mundial, nacional y por desgracia también en nuestro Estado y en Carmen, donde han ocurrido hechos violentos que trastocan la tranquilidad.

Y expresó: “Vivimos en una situación donde son fomentados los vicios, las drogas, el alcohol, la violencia y el sexo. Lo que principalmente consumen los niños son juego de destrucción y muerte, eso es lo que está construyendo a las nuevas generaciones”.

Siempre hay quienes fomentan acciones violentas para ganar dinero, y fácilmente enganchan en estas actitudes violentas a los niños, lo que debe persuadirse de manera preventiva desde el núcleo familiar, destacó, y lamentó que desde el nivel legislativo no hay leyes concretas, y tampoco estructuras de Gobierno con la perspectiva de familia, con lo cual la violencia seguirá creciendo a pasos agigantados.

González González expresó que la creciente violencia no sólo afecta a la Isla, sino también a todo el país, y de manera preocupante se desmorona el tejido social ante la falta de estrategias que la disminuya.

Para el representante de la Iglesia Católica en Campeche, México ha perdido mucho en su lucha contra el narcotráfico, y se está viendo lo que solamente pasaba en televisión.

Se tiene que vivir en un Estado de Derecho, y no permitir que se aplique la ley del más fuerte, recalcó, y advirtió que una sociedad desligada de un ambiente familiar, prácticamente arrastrada por una serie de situaciones, y una es la violencia asentada en la entidad.

“Los católicos seremos artesanos de la paz, y cuando haya alguna diferencia, situación de enojo o confrontación, en vez de dejarse llevar por los apasionamientos y el coraje, buscaremos caminos de reconciliación”.

FUNDAMENTAL LA UNIDAD

En familias desunidas favorecen menos las transmisiones espirituales y de la fe. Las familias unidas por el mismo amor que se tienen sus miembros, particularmente los dones de la maternidad y la paternidad, hacen que los papás se preocupen tanto por los bienes materiales como espirituales, explicó.

“Cuando crecen las tinieblas, disminuye la luz. Si hay menos acercamientos a las cuestiones de fe, menos armas de parte de Dios, fácilmente el demonio crece y el enemigo de Dios nos arrastra, y vemos cómo al disminuir la fe, una fe sincera, honesta y genuina, aumentan los problemas”.