Dos calcinados en choque de tráileres

PARALIZA MÁS DE NUEVE HORAS EL TRÁFICO EN LA SABANCUY-CHAMPOTÓN

La muerte de dos personas calcinadas, daños aún sin cuantificar y el cierre durante más de nueve horas a la circulación vehicular, dejó ayer el choque de frente entre dos tractocamiones sobre la carretera federal 180.

Cabe señalar que por la tarde-noche, cuando con ayuda de maquinaria pesada eran retirados los escombros, resurgió el fuego a causa de las llantas que transportaba una de las unidades. El tráfico fue desviado hacia Escárcega.

El accidente se registró alrededor de las 3:00 de la madrugada, cuando ambas unidades pesadas transitaban sobre la carretera Costera del Golfo.

A la altura del kilómetro 110, en el tramo Sabancuy-Champotón, uno de los choferes invadió el carril contrario y provocó el impacto de frente, tras lo cual surgió el fuego.

Testigos relataron que al parecer, los conductores quedaron prensados entre los fierros retorcidos, por lo cual no pudieron salir de sus unidades y murieron calcinados. Los vehículos fueron consumidos por las llamas.

Los camiones pesados quedaron en medio de la cinta asfáltica, lo que ocasionó que el tránsito vehicular quedara interrumpido y se formaran kilómetros de filas de unidades motrices en ambos lados. Pasado el mediodía fue liberado uno de los carriles.

Conductores de vehículos varados patentizaron su molestia por la lenta respuesta de los cuerpos de auxilio.

Llegaron agentes de la Guardia Nacional, División Caminos, y de la Policía Estatal Preventiva (PEP), sin embargo, ninguna autoridad ha dado a conocer más detalles del accidente, que en la mayoría de los choferes “atastacados” también generó conmoción.

También aparecieron elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), quienes después de verificar la escena, trataron de recabar los pocos restos de los conductores calcinados, para trasladarlos a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), donde se realizaría la necropsia de ley.

Después de intensas maniobras con ayuda de grúas, orillaron los restos de las pesadas unidades para llevarlos al corralón federal, y turnar el caso al agente del Ministerio Público del mismo fuero, para el deslinde de responsabilidades.