Tribuna Campeche

Diario Independiente

Caso paradigmático

Víctor Collí Ek (*

Reformulando la Justicia

Mathur vs. Ontario, es un caso muy innovador que fue presentado por siete jóvenes —Alex, Beze, Madi, Shaelyn, Shelby, Sophia and Zoe— quienes desafían al Gobierno de Ontario, Canadá, por hacer más débiles sus objetivos climáticos. Los jóvenes alegan que la decisión del Gobierno —insuficiencia en su reducción de emisión de gases de efecto invernadero— conducirá a enfermedades y muertes generalizadas, violando los derechos protegidos por la Carta Canadiense de Derechos, en específico, los derechos a la vida, la libertad y la seguridad de la persona.
Este es un asunto interesante porque combina varios de los retos que la justicia climática más avanzada el día de hoy enfrenta. El tema de la relación entre clima y derechos humanos, tanto en la definición de los derechos considerados violados, como en la legitimación de las personas para poder afirmar la afectación de dicha violación, porque igualmente habla de generaciones futuras. El tema de la causalidad, esto es, cómo definir que una determinada autoridad y actos concretos pueden ser considerados como de su responsabilidad, la carga de la prueba, un largo etcétera. El caso Mathur no está excento de toda esta problemática.
El 15 de abril de 2020, el Gobierno presentó una moción para anular el caso, argumentando que este no debería proceder a una audiencia completa, o sea una donde se debata sobre derechos, obligaciones y potenciales violaciones comprobables. Los jóvenes solicitantes respondieron a esta moción en julio de 2020, argumentando que sí debía pasar a dicha faceta. Esto llevó a una victoria histórica. Por primera vez en la historia de Canadá, un tribunal reconoció que el cambio climático tiene el potencial de violar los derechos de la Carta de Derechos Canadiense y dio luz verde a los jóvenes para avanzar a una audiencia completa.
La desestimación de la solicitud del Gobierno de Ontario de no pasar a una fase de méritos convirtió a Mathuren el primer caso de este tipo, en superar obstáculos procesales clave y procedió a una audiencia de méritow ante el Tribunal Superior de Ontario del 12 al 14 de septiembre de 2022.
En representación de la juventud y las generaciones futuras, los solicitantes en Mathur vs. Ontario argumentan que al no intentar siquiera lograr los recortes de emisiones que los expertos dicen que son necesarios para evitar una catástrofe climática, el Gobierno ha violado sus derechos protegidos constitucionalmente a la vida, libertad y la seguridad de la persona. También argumentan que el Gobierno ha violado sus derechos de igualdad, ya que el cambio climático dañará desproporcionadamente a los niños y jóvenes, que son más vulnerables a los efectos del cambio climático en la salud y vivirán la mayor parte de sus vidas en una era de crisis climática.
Qué nos enseña Mathur hasta este momento. El caso se convierte en paradigmático por diversas razones.
Establece que las cortes son un camino para que los ciudadanos impugnen las acciones del Gobierno sobre el clima, que puede violar sus derechos humanos. En ese sentido, la jueza del caso Carole Brown de la Corte Superior de Justicia de Ontario encontró Mathur como justiciable, al menos en parte, porque se dirige a acciones específicas del Gobierno.
Establece que los daños por el cambio climático no son especulativos sino que pueden ser comprobables. La juez citó que es “evidencia incontrovertida” que el cambio climático está causando fenómenos meteorológicos extremos, la degradación del suelo y el agua, el deshielo de los polos, el aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos, la pérdida y extinción de especies y enfermedades que amenazan la vida.
Establece que el cambio climático puede impactar en los derechos de las personas —en este caso de los canadienses— a la vida, libertad y seguridad de las personas y por tanto pueden ser protegidos vía judicial, y que las personas puede hablar tanto por ellas, como colectivamente por las generaciones futuras.
Sin duda alguna el caso es paradigmático como indicamos, enfrenta y está superando los principales obstáculos para lograr una justicia climática. Con ello remueve o replantea “verdades” incontrovertibles en el tema de derechos y su justiciabilidad, nos forza a pensar de manera diferente, pero muy especialmente lo hace a fin de defender lo realmente importante, el entorno, el presente y el futuro sanos.

(*) Investigador de la Universidad Autónoma de Campeche.

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