Corrupta e inmoral imposición de Laffón

Sandra Martha Laffón Leal no tiene cédula profesional que acredite el grado universitario superior y certifique que concluyó mínimo los estudios de licenciatura, por lo que su imposición como rectora de la Unacar es ilegal, inmoral, corrupta y deshonesta, y debe separarse del cargo para ser investigada, denunció el secretario regional del CEN del PRI, Luis Alonso García Hernández.

El secretario de Educación (Seduc), Raúl Pozos Lanz y su esquirol el diputado local plurinominal veracruzano Alejandro Gómez Cazarín -agregó-, violaron la autonomía universitaria al imponer a Laffón Leal como rectora.

Además, también violentaron la Ley Orgánica de la casa de estudios carmelita, debido a que presuntamente la rectora no cumple con el requisito de contar con cédula profesional que acredite sus grados profesionales.

García Hernández expuso que Laffón Leal se jacta de contar por lo menos con una licenciatura, una maestría y un doctorado, pero con base al Registro Nacional de Profesionistas (RNP), no tiene cédula profesional el documento expedido por el Gobierno, para acreditar que haya concluido mínimo los estudios de licenciatura.

“Al ganar la gubernatura mediante fraude electoral, Layda Sansores la designa como titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía de Campeche (Semabicce), y en descarada violación a la autonomía universitaria por el esquirol y corrupto de Pozos Lanz, el veracruzano Gómez Cazarín, fue impuesta por intereses y caprichos políticos como rectora de la Unacar, para que Morena tenga el control absoluto de la máxima Casa de Estudios”.

Sin tener el documento que acredita los conocimientos para ejercer legalmente su profesión, especialidad, técnica o postgrado, como lo es la cédula profesional, Laffón Leal, en un acto de deshonestidad que incluso podría configurarse como delito, insiste que en el 2011 obtuvo el grado de philosophy doctor in aquatic veterinary studies (doctorado en Filosofía en Estudios Veterinarios Acuáticos) por la University of Stirling, Reino Unido, pero no hay documento expedido por el Gobierno de ese país que lo acredite.

Según información de su formación académica, en el 2000 cursó la maestría en ciencias en la especialidad de biología marina por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), Unidad Mérida, Yucatán, pero no aparece en el Registro Nacional de Profesionista. También, en 1998 supuestamente concluyó sus estudios en Químico Farmacéutico Biólogo, sin embargo, como en sus demás estudios, no cuenta con cédula profesional.

La designación y permanencia de Laffón Leal es ilegal, espuria e inmoral, producto de intereses políticos de grupos facciosos, pues no cumple con los requisitos que se requieren para ser rector o rectora.
De acuerdo con lo estipulado en el artículo 31 de la Ley Orgánica de la Unacar, además de ser mexicano por nacimiento y tener 35 años cumplidos, para ser rector es necesario “tener un grado universitario superior a bachiller, con título legalmente expedido por cualquier institución superior de cultura del país o del extranjero, reconocido por la Universidad del Carmen”.

Laffón Leal podrá decir que cuenta con amplia preparación académica y profesional, pero carece de validez, certeza y credibilidad, y hay gran desconfianza hacia ella, pues no cuenta con el documento más importante para acreditar que concluyó sus estudios y está lo suficientemente preparada para ejercer su profesión.

García Hernández demandó un proceso de investigación contra ella y el Consejo Universitarios de la Unacar, por servir de paleros de Pozos y Cazarín para aprobar la imposición de la espuria rectora, sin cumplir con las condiciones y requisitos, pues demuestran que las ambiciones políticas están por encima de lo profesional y académico en la máxima Casa de Estudios.