…Y no hay estrategia de Layda para apoyar a artesanos

El Gobierno del Estado sigue sin definir los programas de apoyo a los artesanos para este año, reconoció el director del Instituto Estatal de Fomento a las Actividades Artesanales de Campeche (Inefaac), Luis Rodríguez Muñoz, y argumentó que continúan con el censo para definir cuántos hay en la entidad.

A pesar de estar corriendo el segundo año de administración de Layda Elena Sansores San Román, aún no existe una estrategia clara para los artesanos de las comunidades indígenas, cuya forma de vida es la comercialización de sus mercancías, cuando en gobiernos pasados hacían partícipes de ferias internacionales a los encargados de elaborar piezas bien valoradas en otros países.

Ayer, en el Día del Artesano, no hubo festejo para ellos, ni anuncios sobre programas específicos, apenas un escueto mensaje de felicitación que la gobernadora subió a sus redes sociales.

Los artesanos locales se tuvieron que conformar con una pequeña expo en el Extemplo de San José, promocionada con un flyer de la Secretaría de Turismo (Sectur) Estatal, para tratar de incentivar las ventas, y eso fue el viernes 17 de marzo, antes de que las autoridades se fueran de “puente”.

En teoría, a partir del censo que se levante durante 2023 se armará algún tipo de programa de apoyo para los artesanos que padecen, al igual que el resto de la población, la inflación que encareció la materia prima con la que elaboran sus bordados, hamacas, sombreros y otras piezas.

Aunque Rodríguez Muñoz resaltó que la artesanía campechana es inigualable, no hay nada más allá de ese halago, ya que la comercialización se limita a la tienda Tukulná, ahora en remodelación, y al Bazar Artesanal, que está prácticamente en el olvido, y en el presupuesto de este año no destinaron recursos para continuar con la obra que heredó la administración pasada.

El director del Inefaac confirmó que han incrementado el costo de las artesanías por la inflación, respetando el precio que pone el creador, y pese a las complicaciones económicas que vive el mundo entero, los turistas continúan adquiriendo las piezas, pero no en las cantidades que lo hacían antes de la pandemia.