Piden a EU que deje de socavar la seguridad mundial
MOSCÚ (Reuter).— El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo ayer tras sus conversaciones con el líder chino, Xi Jinping, que las propuestas de Pekín podrían servir de base para un acuerdo de paz en Ucrania, pero que occidente y Kiev aún no estaban preparados.
En una declaración conjunta al término de la visita de Estado de Xi Jinping a Moscú, los dos líderes advirtieron contra cualquier paso que pueda llevar el conflicto ucraniano a una “fase incontrolable”, y añadieron que no habría vencedores en una guerra nuclear.
Putin acusó a las potencias occidentales de luchar “hasta el último ucraniano”, mientras que Xi reiteró la “posición neutral” de China sobre Ucrania y abogó por el diálogo.
La propuesta de China —un documento de 12 puntos que aboga por una desescalada y un eventual alto el fuego en Ucrania— carece de detalles sobre cómo poner fin a la guerra.
Estados Unidos se muestra reacio a la propuesta china, dada la negativa de Pekín a condenar a Rusia, y afirma que un alto el fuego ahora fijaría las ganancias territoriales rusas y daría al Ejército de Putin más tiempo para reagruparse.
Kiev acogió con satisfacción la implicación diplomática de China, pero afirma que Rusia debe retirar sus tropas de Ucrania, y subraya la importancia de su integridad territorial.
LAZOS FLORECIENTES
Las conversaciones del Kremlin pretendían consolidar la asociación “sin límites” que ambos líderes anunciaron el pasado febrero, menos de tres semanas antes de que Rusia invadiera a Ucrania.
Tras unas conversaciones que Putin calificó de “fructíferas y constructivas”, firmaron una serie de documentos sobre una “cooperación estratégica” que mostraban claramente que China era ahora el socio económico más importante de Rusia.
“Estoy convencido de que nuestra cooperación multifacética seguirá desarrollándose por el bien de los pueblos de nuestros países”, dijo Putin en declaraciones televisadas.
La visita de Estado de Xi supone un importante espaldarazo para Putin, que se enfrenta a lo que considera un occidente hostil empeñado en infligir una “derrota estratégica” a Rusia.
En su declaración conjunta, Xi y Putin también pidieron a Estados Unidos que deje de “socavar la seguridad estratégica mundial” y de desarrollar un sistema mundial de defensa antimisiles. Sin embargo, al tiempo que se comprometían a realizar con mayor regularidad ejercicios militares conjuntos, los dos líderes afirmaron que su relación bilateral más estrecha no estaba dirigida contra otro país y que no constituía una “alianza político-militar”.
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