Denuncian corrupción en Instituto de Cultura

En protesta por atropellos, arbitrariedades y agresiones en contra de los trabajadores del Sindicato de los Tres Poderes, el dirigente estatal de esta organización, José del Carmen Urueta Moha, pidió la renuncia del titular del Instituto de Cultura, Eutimio Sosa Espina, al que acusaron, además, de presuntos actos de corrupción con los apoyos no entregados a los empleados sindicalizados.

Al trascender en las redes sociales presuntos actos de corrupción del titular de esta dependencia, expresó, comenzaron a realizar cambios en perjuicio de los derechos de los trabajadores, pues no quieren que cualquiera tenga acceso a documentos comprometedores, y arremetieron contra los empleados cuando “son ellos los que deberían irse”.

Ya basta de que sigamos siendo sumisos y permitir atropellos y agresiones a los trabajadores sindicalizados. A partir de ahora el área, la dirección o Secretaría que dé un trato que no sea al de respeto a la base trabajadora, será denunciado” advirtió.

Confirmó que el Instituto de Cultura maneja una lista de trabajadores, a quienes se les debería entregar un recurso adicional por las labores que realizan fuera de horario de trabajo. Los montos varían, y algunos van de 300 hasta los 15 mil pesos, pero no llegaron a manos de los empleados.

Ponen a los trabajadores con el sueldo más bajo y supuestamente les dan una gratificación o compensación, que sólo firmaban y otros lo cobraban. Son al menos 15 sindicalizados los que han sido afectados, incluso fueron amenazados con ser despedidos si no firmaban los documentos para justificar que recibieron dichos recursos.

Es más, añadió, hace unos meses un trabajador de Secult fue amenazado, ultrajado por un funcionario, un hecho que fue presenciado por un empleado de confianza de la dependencia, a quien amenazaron para que no diga nada o de lo contrario sería despedido.

Urueta Moha acudió acompañado de delegados y algunos integrantes de su Comité a las oficinas del Instituto de Cultura para solicitar reunirse con Sosa Espina, y exigirle que cese el hostigamiento, las amenazas y los atropellos en contra de los sindicalizados.

El líder de los burócratas estatales y municipales no fue recibido por Sosa Espina, quien permanecía escondido en otra oficina, donde fue contactado por su secretaria, y al ser informado de la solicitud de reunión de Urueta Moha, se negó a recibirlo y lo agendó para mañana a temprana hora.