Sólo 20 subordinados acompañaron a Marcela

Insiste la guanajuatense pese al fracaso de la actividad dominical

No más de 20 personas, todas trabajadoras de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC), asistieron ayer a la fracasada actividad dominical “Pedalea con tu Policía”… sin policías, que insiste en mantener la guanajuatense Marcela Muñoz Martínez, a pesar del nulo interés y repudio de los campechanos ante los altos índices de inseguridad que azotan a Campeche, y el desinterés de la jefa policiaca por prevenir y combatir los delitos que lastiman a las familias.

Acompañada de sus subordinados, el subsecretario de Operación Policial, Alejandro Yosafat García Villalpando; el director de Vialidad, Tránsito y Control Vehicular, Rafael Miranda Ortiz; y el director general de la Policía Estatal Preventiva (PEP), Antonio Saradán Solís, la teñida funcionaria estatal llegó a la meta de salida escoltada por sus guaruras, quienes hasta le abrieron la puerta de su lujosa camioneta.

Vestida con su ajustado traje deportivo, Muñoz Martínez se tomó unos minutos para saludar a los pocos burócratas del Gobierno de Layda Elena Sansores San Román que asistieron a secundarla para simular que esta ocurrencia tiene el respaldo de las familias campechanas, a pesar de que en sus redes sociales le siguen lloviendo los reclamos, y hasta insultos, por su incapacidad para garantizar la seguridad en la entidad.

Tras tomarse algunas fotografías con el minúsculo grupo de asistentes, Muñoz Martínez y sus subordinados montaron sus lujosas bicicletas de la fábrica Specialized, cuyo valor oscila entre los 25 mil y hasta 200 mil pesos, en tanto que el resto de los participantes pedaleó biciclos económicos o caminó, y avanzaron por el malecón; otros prefirieron quedarse a tomar una clase de zumba, o bien, esperaron a que la guanajuatense se perdiera para retirarse.

No obstante, el cierre por varias horas de uno de los carriles del malecón continúa generando múltiples molestias entre las y los automovilistas, motociclistas y choferes, quienes se ven obligados a tomar calles alternas para llegar a sus destinos, no sin antes manifestar su inconformidad con claxonazos y hasta recordatorios maternales por las afectaciones que genera este terco capricho de la autollamada “consentida de los campechanos”.