A visitar a Jesús en el sagrario

Debemos santiguarnos cuando pasemos frente a una iglesia, exhorta monseñor

Jesús está presente en el sagrario por lo que debemos santiguarnos cuando pasemos frente a una iglesia, y durante la consagración del sacerdote, en la hostia y en el cáliz, donde están el cuerpo y la sangre del Señor, señaló el obispo José Francisco González González, durante la misa que ofició en Catedral.

Explicó que un gesto muy utilizado entre los católicos es la genuflexión, que consiste en una breve inclinación de la rodilla, ante la presencia de Jesús-Eucaristía en el sagrario, y que ya no es común realizarlo en la vida ordinaria.

“En la Eucaristía está, pues, Jesús con su cuerpo, alma, sangre y divinidad, su presencia es duradera. El sagrario es la “habitación” donde se conserva a Jesús-Eucaristía, por lo cual la Iglesia manda que el sagrario sea inamovible, hecho de material sólido (de preferencia, metal) y no transparente, cerrado de manera que se evite, al máximo, el peligro de la profanación”, sostuvo.

El lugar del sagrario debe ser un espacio noble, destacado, visible, convenientemente adornado y que inspire para la oración, por eso no es conveniente que se siga colocando en una capilla lateral, donde poco invita a la oración ni a la reverencia.

“Cada vez que pasamos delante del sagrario hemos de hacer una breve flexión de la rodilla. Por eso, además de la asistencia a misa, podemos hacer la “visita al Santísimo” en cualquier hora del día para que no se pierda esta bella costumbre cristiana, se deben mantener abiertas las iglesias durante la mayor parte del día. Para nada es aconsejable que sólo se abran durante el tiempo de una celebración”.