48 años

No nos aturden los cambios. Cuando nos han parecido indebidos, los hemos enfrentado y censurado, pero también reconocido cuando nos encaminan al desarrollo y la prosperidad. Sigue siendo este periódico la tribuna de los campechanos. Lo hemos sostenido con cada aniversario, y en este día lo subrayamos, como nuestra posición común.

Nuestra permanencia durante estos 48 años en el ánimo de los campechanos nos permite revalorar lo que tenemos y lo que debemos defender. Quienes regresaron, porque creen que nuestro futuro les pertenece, se equivocan cuando pretenden escondernos sus intenciones y dan rienda suelta a sus frustraciones.

Vivimos un impasse especial. En unos meses más la entidad en particular y el país en general, estarán viviendo intensas jornadas de promoción política en busca del poder. Por eso, desde hoy advertimos que continuaremos en la línea plural que nos caracteriza.

Analizaremos el discurso y lo confrontaremos con los hechos y la historia. Hay disposición plena a analizar el ayer y compararlo con el hoy, cómo premisa para prever el futuro. Ese es el papel y la obligación ética y moral del periodismo. Así, expondremos avances y retrocesos, promesas y mentiras, preferencias y peligros.

La entidad se encuentra inmersa en el abandono, por la dejadez de las autoridades. Es prácticamente nula la obra pública, notable el deterioro de las finanzas, inocultable el rezago económico, censurable la desatención a los sectores productivos, prevalece la corrupción en las altas esferas, impera el nepotismo y es grave y creciente la inseguridad.

Estamos mal, pero de las decisiones a tomar en los próximos meses dependerán los cambios de ruta, la exigencia de reparar lo dañado, y la demanda de fomentar las coincidencias y eliminar las divergencias y la polarización.

Ese es el gran reto del futuro. TRIBUNA ratifica que se mantiene firme e inalterable en exponer los hechos tal como son, sin maquillajes ni eufemismos. Es compromiso.

Y como es nuestra costumbre anual: gracias a nuestros amigos, lectores y anunciantes, por permitirnos ser todos los días parte de su lectura.