Índice político: Pobre tipo desequilibrado

Francisco Rodríguez

El todavía Presidente de la República no soporta que las condiciones le sean desfavorables, adversas.
No acepta que existamos quienes no le creamos ni le tengamos confianza alguna.
Se presenta cada vez más alterado en sus matinés. Con graves desequilibrios físicos, mentales y emocionales que le son difíciles de contener.
El tipo necesita serenarse…
…antes de que verdaderamente se vuelva loco.
Debe dejar de inventar molinos de viento contra los cuales lanzar gritos y amenazas.
Reitero lo que antes ya le dije en este espacio: nadie lo está acusando de ser el potencial asesino material de sus opositores.
El reclamo es porque, con sus destemplanzas, ha enrarecido el ambiente político de tal suerte que cualquiera de sus seguidores –-chairo o amlover, lo mismo da— o fanáticos pudiese, él sí, atacar físicamente a aquellos que él dice que le molestan, que lo atacan, que no lo quieren…
…como si los políticos fuesen objeto de amores o de cariños…
…cuando lo que deben inspirar es respeto.
En todo caso de lo que sí se le podía acusar sería de autor intelectual.
Y, lamentablemente para él, cada vez más provoca que le faltemos al respeto.
No se lo ha ganado.
Por el contrario, lo mina todos los días.
¡Serénese, Andrés Manuel!
Guarde la compostura que le merece el encargo.
No siga azuzando a sus fanáticos.
Una matiné de estas lo va a lamentar.
Aunque espero que nunca llegue esa mañana.
De verdad.
El Fisgón y Pablo Gómez, ¿corresponsables? Hay quienes advierten que esa exacerbación en el desequilibrio anímico y mental de López Obrador obedece a una “línea” lanzada al aire por el eterno vividor del ’68 Pablo Gómez y por el monero Rafael Barajas(a) El Fisgón.
Santiago Creel es uno de ellos. Los acusó de ser una especie de autores intelectuales de los despropósitos del tabasqueño.
Y de ahí, de una conferencia que aquellos personajes dictaron, surgió aquello de que “algunos” adversarios de la 4T, que están “fuera de sí”, lanzaron una campaña irresponsable, perversa, de malas entrañas, y riesgosísima. “Están difundiendo que, si le pasa algo a un periodista, a un aspirante a la Presidencia, va a ser culpa mía. Esto lo está diciendo López-Dóriga, la señora Pagés, Aguilar Camín, Riva Palacio, toda esta gente de los medios de manipulación, vinculados a Salinas de Gortari”, dijo textualmente el ocupante —con todo y tropas— de Palacio Nacional.
Creel le dijo al colega Francisco Garfias al respecto: “Lo que está haciendo el Presidente es enrarecer el ambiente político. Él mismo ha generado las condiciones de odio, de división, de estigmatización y de trato diferenciado para los opositores, para quienes piensan diferente, sean periodistas, mujeres, empresarios, productores del campo o sociedad civil”.
¿Lo manipulan Gómez y Barajas?
¿Es su títere?
Otra razón para regatearle respeto, ¿no cree usted?
AMLO, rehén de las Fuerzas Armadas. Bien dicen que sacar de los cuarteles a soldados y marinos es de lo más sencillo…
…regresarlos a esos sus espacios naturales, lo más difícil.
Gustavo Díaz Ordaz usó militares para reprimir estudiantes.
Luis Echeverría, José López Portillo y Carlos Salinas dieron al Ejército la potestad de quemar algunos plantíos de enervantes, cuando la tarea correspondía a la entonces Procuraduría General de la República.
Fue Ernesto Zedillo el primero que les dio el poder policiaco, cuando sustituyó con soldados a los agentes de la Policía Judicial Federal…
…y las actividades delincuenciales crecieron.
Vicente Fox aceptó que generales jubilados, retirados, se hicieran cargo de las dependencias policiacas de los gobiernos estatales…
…y las actividades delincuenciales siguieron creciendo.
Felipe Calderón, de plano, los sacó de sus cuarteles y declaró la “guerra al crimen”, a lo pendejo, sin labores previas de inteligencia…
…y las actividades delincuenciales fueron en aumento.
Enrique Peña siguió la misma ruta: Generales retirados investidos de jefes policiacos, soldados y ya también marinos versus criminales…
…y las actividades delincuenciales se fueron al cielo.
AMLO, de plano, se entregó de pechito, de pies a cabeza a las Fuerzas Armadas.
Convirtió en “cuicos” a marinos y soldados, los disfrazó de “guardias nacionales”, dio contratos y prebendas jamás imaginadas a almirantes y generales, los corrompió, los enriqueció…
…y no sólo el crimen sigue en aumento, sin control, ahora cuenta con mayor participación cómplice de ciertos elementos de Ejército y Armada.
Ninguno de los antecesores de AMLO, empero, había estado en manos de las Fuerzas Armadas como sí lo está el todavía Presidente de la República.
No lo obedecen. No le hacen caso.
Y eso es lo que se proyecta luego de que dos de los miembros del GIEI, Ángela Buitrago y Carlos Beristáin acusaran que por las negativas de brindarles información de lo que hoy es el Cisen, lo mismo que las de Marina como las de la Sedena —metidas hasta el tronco en la desaparición de “los 43 de Ayotzinapa”— cierran su participación en el caso y dejan el país el último día de este mes.
AMLO les había ordenado que la proporcionaran.
Pero ya no le hacen caso.
Están tan empoderados que ya hasta lo mandan al diablo.
¿Quién se atreverá a regresarlos a los cuarteles?
¿El próximo Presidente también será su rehén?
Indicios. La semana que termina fue pródiga en información que retrata nuestra desgracia. Inició con la lamentable noticia de que el oaxaqueño Salomón Jara, en una actitud de dictadorzuelo de quinto patio, mandó a desaparecer el Tribunal de Justicia Administrativa para sustituirlo por otro a su gusto y medida con sólo tres integrantes allegados a él. Así que, si usted tiene algún pendiente en contra del Gobierno de esa entidad, dese de una vez por perdido. * * * Luego, a media semana, el mismo Jara ordenó a la presidente consejera del INE, la muy maleable Guadalupe Taddei, que impidiera el paso de la prensa a la reunión que los gobernadores morenistas sostuvieron con los integrantes de la institución que cada vez pierde más y más prestigio y autoridad. Y es que en el transcurso de la reunión a la que AMLO envió a sus “gobers” cuatroteros —se filtró— el sonorense Alfonso Durazo, ¿ingeniero en Derecho?, se mostró indignado porque con las órdenes cautelares “cepillan” el derecho a la libre expresión del que habla, habla y habla todas las mañanas. También que la impresentable Layda Elena Sansores San Román se victimizó por ya estar inscrita en la lista de quienes ejercen la violencia de género. Quejas, quejas y ninguna propuesta. Otra vez la consejera Claudia Zavala dio muestras amplias de dignidad, al no querer aparecer en la foto del (mal) recuerdo con ese grupo de indeseables. * * * Otro tipo de intento de censura a la prensa fue el que sufrió María Luisa Estrada, periodista de Jalisco, al ser atacada a balazos junto con su hija; ella ya había denunciado amenazas en una de las matinés palaciegas, que al parecer —como fue en el caso de la cachanilla Lourdes Maldonado, ella sí asesinada— sirven para lo mismo que se le unta al queso. Ambas. Estrada y su hija, por fortuna salieron ilesas. * * * Todo indica que el elevador que llevaría a Zoé Robledo al piso superior de la candidatura de Morena al Gobierno de Chiapas lo atrapó entre sus puertas. Ahí sigue, atorado. * * * En el sexenio de las mentiras, Octavio Romero, director general de Pemex, va en segundo lugar, inmediatamente atrás de su paisano, amigo y roommate López Obrador. Ahora dice que no fue un derrame, que fueron “emanaciones naturales” de Cantarell lo que provocó el avistamiento de iridiscencias. Que el derrame de petróleo ligero en las instalaciones de Ek Balam Alfa que ha llegado a costas de playas en EU, Tamaulipas, Veracruz en donde ya se reporta hasta la muerte de fauna fue mínimo. Y por hoy es todo.
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