Tribuna Campeche

Diario Independiente

Si he de morir, que sea luchando

La mujer asegura que la gobernadora tiene el corazón de piedra, y que extraña su hogar

El rostro curtido de 75 años de doña Petrona muestra tristeza, su semblante de desesperanza no puede contener las lágrimas y expresa su enojo por “el corazón de piedra”, la crueldad e ingratitud de la gobernadora Layda Sansores San Román, por despojarla de su casa, junto con otras 84 familias en San Eduardo, y quienes se mantienen en plantón en Palacio de Gobierno donde exigen justicia.
Doña Petrona no tiene casa a donde ir, lo único que tenía le fue arrebatado en el violento desalojo ordenado por la gobernadora Layda Sansores.
La lluvia amenaza con caer. Las familias de San Eduardo se refugian en el pasillo entre el Palacio de Gobierno y las oficinas de la Secretaría de Administración y Finanzas (Safin). En bolsas de basura resguardan las ropas que les han obsequiado. Así han pasado esta temporada de lluvias.
Doña Petrona y su esposo de más de 90 años lloran casi todas las noches, desde aquel viernes trágico cuando fueron sacados de sus casas por la fuerza pública, pues extrañan su hogar donde se dedicaban a cuidar gallinas, borregos y perros.
Llevan más de dos meses plantados en el Palacio de Gobierno, y hasta el momento la gobernadora Layda Sansores no los ha escuchado. Ellos tienen la esperanza de que se le ablande el corazón para que resuelva el problema, les permita regresar a sus casas y que les devuelvan sus pertenencias.
La mujer no puede ocultar su tristeza. Recostada entre las bolsas de basura anhela regresar a su casa. Sin embargo, “aún no me rajo, si he de morir que sea luchando y que la gente se entere que la responsable es la gobernadora Layda Sansores por tanda crueldad”.
La rampa de acceso al Palacio de Gobierno es usado como colgadero de ropas. A un costado una lona sirve de techo en donde preparan sus alimentos. Ahí está tirado en el suelo un niño que toma su leche en biberón. Para él es su hogar, junto con otros menores.
Exigen justicia y que sean escuchados por la gobernadora Layda Sansores, así como ellos le abrieron los brazos cuando suplicó por el apoyo para llegar a la gubernatura. “De haber sabido que viviríamos un infierno, no hubiéramos votado por ella”, expresó dona Petrona.

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