A fuego lento: Xóchitl en Campeche

Enrique Pastor Cruz Carranza

“Quien controla el miedo de la gente, se convierte en el amo de sus almas”,
Nicolás Maquiavelo.

Se anuncia para mañana la presencia de la senadora y virtual candidata del Frente Amplio por México a la Presidencia de la República en la vital elección del 2024, donde todos los mexicanos estaremos jugándonos un futuro predecible si queremos libertad, inclusión, Estado de Derecho, división tal de poderes y una sociedad integralmente normada por nuestra Constitución y todas las leyes que de ella emanan.
La presencia de Xóchitl Gálvez no puede ni debe ser sustraída de nuestra realidad de ser la presunta entidad petrolera, donde nos advirtieron debíamos prepararnos para administrar la abundancia, frente a una realidad de total desprecio histórico centralista convertido en saqueo desde los piratas hasta los neomorenistas expertos en el camuflaje y oportunismo zalamero, clásico en la picardía política campechana de no poner “todos los huevos en una sola canasta”.
Según nos enteramos, el viernes 22, temprano la senadora Gálvez Ruiz —que es ya calificada a nivel nacional e internacional como una luz de esperanza real para todos los mexicanos— estará en Ciudad del Carmen, donde la seguridad es un nostálgico recuerdo.
Además de la historia de una infamia gobiernista, Pemex por casi medio siglo ha destruido al paraíso terrenal insular contaminando todo nuestro entorno ecológico, social, cultural y hace de la corrupción, contratismo y huachicol a escala internacional, una rapiña de beneficios mutuos en los tres niveles putrefactos de Gobierno.
Al margen de no secuestrar los diálogos y menos restringir las participaciones de los sectores más agredidos y sometidos por el cacicazgo nefasto extensivo con Layda Sansores, quien acosa, intimida, judicializa resistencias y pone en marcha todas las prácticas clásicas de una tiranía sin escrúpulos, sabemos que la senadora no es proclive a ser ninguneada por tartufos, y se informará de la realidad sin mascaradas del abandono de nuestras carreteras, desde la Península de Atasta, Carmen, hasta Sabancuy, Escárcega, Candelaria y Palizada, de la negación sin escrúpulos de infraestructura, servicios básicos y una réplica actual del Chicago de Al Capone.
Los datos de la aportación a la suave patria debieran ser para Carmen la similitud a un Dubai en nuestro Continente Americano, pero las falsas promesas incumplidas de los últimos siete presidentes se coronan con la mentira colosal, demagogia de AMLO de traer las oficinas de Pemex al Carmen y llevarse todo lo factible a su progresista Tabasco.
El desprecio no sólo nacional sino estatal es de tal agravio, que cada día crece el sentimiento de luchar por crear el Estado 33 de Carmen, para exigir la equidad y respeto que nos merecemos, pues no somos mexicanos de cuarta.
En la ciudad capital campechana podrá usted ver parte mínima de cómo se fomenta la iniquidad.
Se podrá palpar el reflejo de las migajas de los veneros del infierno y las grandes fortunas logradas en su Administración trascienden fronteras en Isla Roatán, España, Florida, Canadá, de una casta divinamente acomodaticia con la virtud de adaptación a todos los entornos políticos, que las enseñanzas de perversidad de Nicolás Maquiavelo son fábula de niños, las traiciones calculadas sin escrúpulos de Joseph Fouché una caricatura enternecedora, y las hipocresías del Tartufo de Molière una virtud aplicable en todos los sentidos del folclor retrechero.
Con toda verticalidad y esperando pueda usted tener el verdadero termómetro de la triste realidad de Campeche, esperamos pueda no solamente “disfrutar” la zalamería ladina de los veleidosos que intentan secuestrar esta y las próximas giras en su siguiente etapa, pues queremos sea realmente una luz de verdadera y concreta esperanza, y no el botín de los mismos vivales de siempre, que siempre hacen lo mismo contra la patria y Campeche.
¡Vamos con todo!