A fuego lento | Lastres para Xóchitl

Enrique Pastor Cruz Carranza

La gira por Campeche de la senadora Xóchitl Gálvez en su calidad de inminente candidata presidencial para la gran cita democrática ciudadana en el 2024, ha servido de proscenio para ver la manera como se estarán intentando acomodar las aspiraciones políticas reiteradas para más de lo mismo, en alarde de cinismo de trapecistas, hipócritas y mil caras de siempre.
En Carmen, la reunión de empresarios con la senadora Xóchitl fue la oportunidad de confirmar que Pemex ha sido una gran maldición contra la equidad, corresponsabilidad y cumplimiento mínimo de ley, al haber construido una estructura delictiva-política-financiera para robar sin freno la riqueza petrolera en detrimento para esta ínsula paradisiaca.
Las mismas caras y rostros de la denominada mafia petrolera de todos los tiempos aparecieron y expusieron su caída multimillonaria de aquellos tiempos hermosos, cuando Oceanografía era el manantial de contratos multimillonarios que hoy acapara la prima de AMLO, Felipa Obrador y aliada en la robadera Layda Sansores.
Los programas para rescatar la pesca, la infraestructura carretera, el desvío en Atasta, la infraestructura de agua potable, la seguridad y la descentralización de las oficinas de Pemex, todas promesas incumplidas de López Obrador, pasaron a segundo término.
En Campeche nada nuevo en las actitudes de gandallas, traidores de común acuerdo haciendo de la hipocresía y picardía inescrupulosa acomodaticia, su mayor alarde de cinismo tropical, zalamero y Tartufo.
Xóchitl ha sido desestimada en su inteligencia, sensibilidad y experiencia acumulada por esta clase política parasitaria, y la realidad dista mucho a los alardes de la infiltración, victimizaciones y hasta tragedias bufonas en la experiencia del burlesque campechano.
Por más mezquindad y actitud de falso compromiso para abanderar la lucha por dignificar la política, los afanes de discriminación por los organizadores y el doble rostro de los oportunistas aliados, seguramente la senadora sabe que en campaña hasta la basura tiene peso, pero también sabrá distinguir el grado de contaminación que ciertos personajes impresentables le causarán.
Este carnaval de traiciones y chantajes apenas inicia.