“¿Tú crees que a mí me importa si alguien dice algo de mí?”, respondió cuando le preguntaron sobre la aparición de su nombre en el libro
CIUDAD DE MÉXICO (El Universal).— Isabel Madow dice que no tiene nada que esconder y que no le preocupa que se hable de ella, ya está acostumbrada a las especulaciones, así lo comentó en un reciente encuentro con la prensa, donde la cuestionaron sobre la mención que la periodista Anabel Hernández hace sobre ella en el libro “Las señoras del narco, amar en el infierno”.
Isabel, quien se dio a conocer tras participar en el programa “El Mañanero”, y después en el reality show “Big Brother”, confesó a Telemundo que ahora sí ya sabe cómo lidiar con la presión mediática, cosa que no supo hacer hace años, cuando terminó en el hospital debido a la crisis de salud que se desencadenó por culpa de la presión mediática.
Madow, de 47 años, ya sabía que le iban a preguntar sobre el asunto del libro, pero no se detuvo a responder porque dice, llevaba prisa para recoger a su hijo en la escuela.
Además de Isabel Madow, nombres de famosas como Galilea Montijo, Paty Navidad, Raquel Bigorra y Karla Panini, también son mencionados por Anabel Hernández, quien presentó su libro la noche del jueves en la Biblioteca Vasconcelos, en la Ciudad de México.
“¿Tú crees que a mí me importa si alguien dice algo de mí?”, respondió Isabel Madow cuando le preguntaron sobre la aparición de su nombre en el libro “Las señoras del narco, amar en el infierno”.
La modelo, que será parte de un concurso de baile en el programa “Hoy”, no piensa angustiarse por lo que se diga sobre ella, así como lo hizo en 2006, cuando asegura, se dijeron mentiras sobre ella que casi le cuestan la vida.
Le detectaron ocho quistes hemorrágicos cuando sacó un disco tras su paso por “Big Brother”, en ese momento, al no saber manejar la presión mediática por los cuatro “revistazos” de mentiras que sacaron sobre ella, terminó en la sala de operaciones en seis ocasiones.
“Sufrí mucho, me enfermé dos años, me operaron seis veces de emergencia porque los quistes eran coágulos en los ovarios y se empezaron a hacer grandes, un día me llegó de cuatro centímetros a ocho centímetros; en la última cirugía me dio una arritmia cardíaca, yo casi me muero ahí”, relató.
Confesó que lo que en ese entonces había ahorrado se lo gastó en poder salvar su vida.
“Lo que gané y tenía ahorrado me lo tuve que gastar en operaciones, me gasté más de millón y medio en ese entonces para salvar mi vida; tenía miedo de morirme, de que me sacaran la matriz”, confesó.
Enfatizó que entonces estaba “muy verde”, no supo manejar los chismes, pero ahora es diferente, por lo que evadió en todo momento la pregunta sobre el libro de Anabel Hernández.
“Hace dos días mi hijo tenía 40 de calentura, yo no dormí, ¿tú crees que a mí me importa si alguien dice algo de mí?”, remató.
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