Jubilados toman la Rectoría de Unacar

Queremos que nos paguen, claman desde las escalinatas

Al grito de “Queremos que nos paguen”, jubilados de la Unacar encabezados por el aún dirigente sindical y morenista Ramón Magaña Martínez, tomaron ayer la Rectoría de la Unacar. Desde hace más de ocho meses no les pagan.
Acompañados por Juan Arturo Ruiz Pérez, representante de los 152 jubilados, se apostaron en la entrada principal de la Rectoría, donde residen las oficinas de Sandra Laffón Leal.
La protesta fue encaminada ante la visita de Layda Sansores San Román, quien anoche hizo su aparición única y exclusivamente para realizar su programa Martes del jaguar.
“Queremos que nos paguen”, fue el grito insistente de los inconformes, quienes colocaron sillas y lonas donde se ubican las oficinas administrativas de la rectora.
Desde antes del mediodía y pese a las inclemencias del tiempo, pues arreció la lluvia, los jubilados entraron al estacionamiento y se apostaron en las escalinatas para bloquear la entrada y salida de los empleados universitarios.
“Estamos reclamando, y aunque dicen que somos pocos, detrás de nosotros hay mucha gente dispuesta a sumarse a esta lucha, cuya única finalidad es cobrar lo que nos deben”, recalcaban manifestantes apoyados con micrófono y equipo de sonido.
“Dicen que buscamos que nos mantengan, pero nuestra exigencia es justa, pues dejamos parte de nuestra vida en esta institución. El reclamo que empezamos esta mañana seguirá hasta que el cuerpo aguante”, amagaron.
Que estamos afectando a terceros, sí, pero no hay otra opción para que nos volteen a ver, es la única forma de que las autoridades intervengan y planteen alguna solución a este conflicto que data desde el año pasado, recalcaron.
Los nuevos empleados de confianza sufrirán las mismas consecuencias que padecemos, porque como me viste te verás, citó una exempleada.
Aunque la entrada principal está tomada, algunos trabajadores pudieron ingresar y realizar trámites, pues no tomaron medidas drásticas.
El movimiento empieza y no pensamos irnos a ninguna parte hasta que la Unacar cumpla con el pago pendiente, subrayaron, aunque desestimaron protestar en el Centro de Convenciones, a donde por la noche llegó Layda Sansores.
“Se padece de pagos desde el 2022, no más atole con el dedo. Somos gente vulnerable y caímos en la desesperación, por eso tomamos parte de las oficinas de la Unacar”.
Los dirigentes sindicales explicaron que la protesta se basa en un derecho plasmado en un contrato colectivo, y desafortunadamente no hay diálogo directo con la autoridad universitaria.
Acusaron que Juan Pablo Cetina Monterrey, responsable administrativo de la Unacar, se volvió un cáncer de la institución, ya que mantiene actitud de cerrazón y sólo amenaza a los líderes.

…Y Layda ofrece hacer cochinito

Vamos a hacer un cochinito y a esperar recursos federales para pagarles, ofreció anoche la gobernadora Layda Sansores San Román a los jubilados de la Unacar que se apostaron en el Centro de Convenciones.
Ante gritos de “Fuera Laffón” y acompañado del aún dirigente sindical Ramón Magaña Martínez, expresó que se puede ahorrar de aquí a final de año, “para irles pasando a ustedes de a poco lo que se pueda”.
“Esta comunidad la deben llevar juntos, no se separen, no se quiten. Ustedes siempre se han preocupado. Y aquí (refiriéndose a Magaña) nos ha apoyado mucho. Sí, sí, sí, sí”.
Vamos a darles así como que Alka-Seltzer ¿no?, porque no se puede a fondo, pues tiene que entrar también a educación, también estamos teniendo eso, pero no es un problema tan sencillo. Por favor, ya ya. Sí, sí, sí, agregó y se retiró.

¿Y la limpia que iba a realizar Sandra Laffón?

Al cumplirse casi 11 meses de que Layda Sansores afirmó que la Universidad Autónoma del Carmen estaba “hecha una mierda”, y que había mandado a Sandra Laffón Leal a limpiar, pues no ha sucedido nada.
Reclamó airadamente el secretario general electo del Sindicato Único de Trabajadores de la Unacar (Sutunacar), Adulfo Márquez Carrión, al plantarse con pancartas en el Centro de Convenciones “Siglo XXI”, para exigirle solución a la mandataria, quien lo ignoró.
El crítico de la Administración laydista, y quien recientemente mostró pancarta contra la mandataria en Escárcega durante la visita del presidente López Obrador, aseguró que manifestarse era la oportunidad para reclamarle a la gobernadora.
“Todavía no se limpia nada y además se ha complicado. Como que ese gran excremento de que está hecho la Unacar, pues ahora se ve con una cereza encima, y la conforma quien aún se ostenta como secretario general del Sutunacar”, manifestó.
Ramón Magaña y su secretaria de Finanzas ya fueron destituidos por la asamblea, que es la máxima autoridad en un sindicato y nadie puede contravenir eso, aseveró.
Sin embargo, continuó, por trámites burocráticos tenemos que esperar que el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral decida el futuro de la organización, aunque nos enfrentamos a que el secretario general está amparado.
Magaña también es militante activo de Morena y ahí Layda puede influir, aunque manche los principios básicos de no mentir, no robar y no traicionar.
“Nos sigue engañando, no nos informa nada y no hace nada, porque sabe que la base ya no le responderá, y si todavía hay alguien que le responda, pues allá ellos, porque definitivamente hay gente que le gusta la corrupción”.
Reiteró que si Layda mandó a Sandra Laffón a corregir las cosas, debería apoyar a la base sindical que ya destituyó a Magaña. Incluso personalmente llevé copia del acta con todos sus anexos a su oficina, y me sellaron de recibido.
Por lo pronto, 223 personas que acostumbran asistir a las asambleas, les interesa la vida sindical, votaron porque el señor Magaña quede destituido, igual que la secretaria de Finanzas, remarcó.
Y retó: “Que (la gobernadora) haga una consulta de apoyo Magaña a ver si aún tiene más de 223 seguidores todavía. Si los tuviera, yo inmediatamente renuncio, no nada más al sindicato, sino a la misma Universidad”.
Estoy en el Siglo XXI con pancartas, con el mensaje de “pago inmediato a los jubilados, y que invite a quien se ostenta como líder sindical y miembro de Morena a que acate la decisión de la asamblea que lo destituyó, en lugar de presumir buenas relaciones con su Gobierno”.