CORTAN ASPIRACIÓN JAROCHA. La orden de marginar a Alejandro Gómez Cazarín en el Congreso vino del cuarto piso, y se debió más a su insubordinación a las decisiones de la mandataria que a los malos manejos de recursos que acumulaba a lo largo de 24 meses, en los que abiertamente promovió su imagen en el Municipio del Carmen, donde buscaba la candidatura a la Alcaldía.
Era demasiado el poder que doña Corrupta otorgó al jarocho Gómez Cazarín, pues le confió el manejo total de los recursos del Poder Legislativo, mientras a su esposa, Xóchitl Pitzáhuatl Mejía Ortiz, le entregó la Secretaría de Bienestar. Desde ahí ambos destinaron millonarios recursos a la Isla de Tris para promover su imagen para la Presidencia Municipal, que les serviría de trampolín para de ahí disputar la gubernatura.
Nada más que Gómez Cazarín olvidó un pequeño detalle: contar con la aprobación de su patrona para hacer todo lo anterior. Doña Corrupta sabe que con la designación de candidaturas para el próximo año se traza el camino hacia la sucesión, la cual se complicaría con candidatos que pierden el piso cuando tienen un poco de poder. Por eso sacó de una vez al veracruzano, que al igual que su esposa, se quedó fuera y con la guillotina de un expediente de desvíos de recursos sobre la cabeza.
CONFIADO, BRUTO Y DESIDIOSO. Temprano por la mañana del lunes fue advertido Alejandro Gómez Cazarín por su grupo de seis diputados, de su relevo en la coordinación parlamentaria y en la Junta de Gobierno y Administración del Congreso. El jarocho lleva dos meses ausente y sólo pudo subir a redes sociales un comentario en el cual amenazó con evidenciar a los sectarios traidores que buscaban destituirlo.
Pero su suerte estaba echada. Al igual qué pasó en la Sebien cuando sacaron a su esposa, el nuevo grupo que integra la Junta, acompañado de auditores y de la notaria panista Nelia Pérez Curmina, tomaron las oficinas e iniciaron la revisión exhaustiva de documentos para fincar responsabilidades a Gómez Cazarin en caso de que se considere necesario.
El jarocho mandó a un grupo de carmelitas a protestar y tomar las oficinas del Congreso el lunes, y en la madrugada del martes a extraer documentación que lo comprometa, pero fueron detenidos por la policía. Era bola cantada la salida de Gómez Cazarín, y todavía el domingo la columna Expediente adelantó su salida. Se confió, y si no hizo nada antes, fue por bruto y desidioso.
¿LEALTAD O IDEALES? El nuevo pastor de Morena en el Congreso designado por doña Corrupta es el diputado José Antonio Jiménez Gutiérrez, más recordado por cuestionar la incorporación del expriísta Raúl Aarón Pozos Lanz a Morena en la campaña, que por sus aportaciones legislativas a los largo de estos 24 meses.
“¿Qué cambio puede haber en Campeche si personajes como Raúl Pozos se incorporan? ¿Qué beneficios puede aportar? ¿Qué podemos esperar de alguien que nunca impugnó al sistema? ¿Podemos hablar de cambio dejando gobernar a los mismos? ¿Acaso no se escucha al pueblo?”, sostuvo.
Veremos ahora que opina el nuevo coordinador de la bancada de Morena, Jiménez Gutiérrez, de este “cambio” en el que nos gobiernan los mismos priístas de ayer —como Armando Toledo Jamit, Ramón Ochoa Peña, Raúl Pozos Lanz, Landy Berzunza Novelo—, y eso de “no mentir, no robar y no traicionar” palidece cada vez que se denuncia un caso de corrupción que involucra al Gobierno de Todos los Sansoretes. ¿Podrán más sus ideales que la “lealtad”? No tardaremos en verlo.
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