Silencio legislativo

Tras afirmar que en el terreno de lo legal debe ser dirimido lo ocurrido en el Congreso, que fue tomado por simpatizantes y diputadas afines al ahora expresidente de la Junta de Gobierno, Alejandro Gómez Cazarín, Héctor Malavé Gamboa pidió desahogar evidencias de los señalamientos sobre la exigencia de 100 mil pesos, y juró que no hubo línea.
Ayer, el Palacio Legislativo continuaba con las cintas de no traspasar colocadas por policías estatales, tras el zafarrancho originado por la designación de José Antonio Jiménez Gutiérrez como sustituto del jarocho Gómez Cazarín.
No hubo pronunciamiento de ninguna de las dos partes. Las redes sociales personales de los diputados permanecieron mudas, y en el Poder Legislativo no hubo movimiento.
Por lo mismo, no se sabe el destino de los detenidos, al menos 40.
Malavé Gamboa dijo: “El trabajo que debemos tener como legisladores, es tratar de tender puentes de unificación dentro del grupo parlamentario de Morena, y seguir impulsando, que no es fácil, un proceso de unidad”.
De lo dicho por Gómez Cazarín de que diputados le exigían 100 mil pesos más y que tiene pruebas, expresó:
“Eso fue un diálogo, un señalamiento del diputado Alejandro a Antonio (Jiménez). Los dos tienen mi respeto, pero no sé en qué términos se manejaron, los dos tienen sus versiones y espero que se desahoguen las evidencias que se tienen”.