Por motorrepartidores, venta de masa bajó de170 a 30 kilos: Pedroza

Enojado porque los motorrepartidores impactaron severamente sus ventas de masa en el Día de Muertos, al grado de vender sólo 30 kilos cuando antes expendían 170, José Pedroza Camacho, de la Unión de Expendedores de Masa y Tortilla, Ah Kim Pech, anunció que ya no realizará manifestaciones ni plantones, sino que el 9 de este mes iniciará campaña para censarlos.
A las puertas de su negocio, donde colocó la manta en la que exige a la alcaldesa Biby Rabelo de la Torre controlar a esos repartidores, el enojado líder pisoteó otro letrero con el nombre de la alcaldesa, en protesta porque las autoridades no aplican el reglamento en perjuicio de los negocios legales, que así son condenados a la quiebra.
Prueba de lo anterior fue el desplome en ventas en el Día de Muertos, pues la gente no compró masa en las tortillerías, donde hay controles de calidad, sino con esos vendedores.
“Nunca había ocurrido que se le quedaran más de 500 kilos de nixtamal y más de 100 de masa, ante lo cual para disminuir pérdidas tuve que vender a mitad de precio a molineros de Chiná”.
Mostró al reportero los costales de nixtamal que llevó a vender a Chiná y las cubetas de masa que aún intentaba vender, y expresó: “Estoy muy enojado, mira cómo piso el cartel (donde solicita audiencia con Biby Rabelo). Ya no, vamos a iniciar, con o sin apoyo de la policía, el empadronamiento de los motorrepartidores”.
Dijo tener sus motos y su carro listos para el operativo. “Al carro le voy a poner bocinas y letreros para el empadronamiento. No vamos a parar a nadie, no vamos a arriesgarnos, si el Ayuntamiento tiene miedo, imagínate yo que no tengo ninguna autoridad”, externó.
Mi familia tiene miedo, no quiere venir ya al negocio, me dice que estoy loco, que me van a clausurar, pues si lo han hecho con algunos poderosos, no imaginan qué pasaría con un piojo como yo. Tengo miedo, pero no me voy a morir sin luchar, sentenció Pedroza Camacho.
“El reglamento dice la Comuna puede solicitar la fuerza pública para llevarse las motos al corralón, pero no quiere hacerlo, tiene miedo”.
Sin duda la presencia de los motorrepartidores impactó nuestras ventas. Andaban desde las 5 de la mañana vendiendo. Yo cocino 750 kilos de nixtamal para que salgan mil kilos de masa, pero para que tengan una idea, en una tortillería donde vendemos 150 kilos bajó a 30; en otra 120 en lugar de 180, y en la central nos sobraron 500 kilos de nixtamal que vendimos a los compañeros de Chiná.
Por último, confió que la masa que no puedan vender sería regalada a vecinos de Minas.