En las Tripas del Jaguar: 14 de noviembre de 2023

INGRATA E INSENSIBLE. Fue lamentable la temprana partida del veracruzano diputado local plurinominal, Alejandro Gómez Cazarín. Tenía 48 años y fue víctima de un terrible cáncer de hígado que lo mantuvo lejos del Congreso varios meses y que posiblemente se le agravó por el ingrato e insensible maltrato que recibió de la mandataria.

Gómez Cazarín contribuyó fuertemente a la campaña electoral de Layda Sansores San Román, y fue cabeza importante e invaluable para su triunfo. Pese a ello y a estar enterada de que estaba en fase terminal, le orquestó un innecesario golpe político y lo destituyó como coordinador de la bancada de Morena y de la Coordinación de la Junta de Gobierno y Administración del Congreso del Estado.

También lo amedrentó a través de la secretaria del Bienestar, Elisa Hernández Romero, quien dejó entrever la posible encarcelación de su esposa por desviar recursos de esa dependencia. Lejos de estar en paz y tranquilo sus últimos días, Gómez Cazarín sumó a su pesar el agravio político de los Sansores, que pudieron esperar su descanso y evitarle ese mal momento que, sin duda, debió precipitar su partida. Cargarán con ello en su conciencia, si tienen. Descanse en paz.

ESTÉRIL Y PUTREFACTO. Dejamos constancia de 26 meses de recurrentes ataques de Layda Sansores en la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa. Su persecución fiscal para embargar bienes y sabotear nuestras ediciones. Su incesante acoso a través del Instituto Electoral del Estado de Campeche con supuestas violencias de género ante cualquier expresión que considere agraviante.

Demandas civiles millonarias por daño moral, difamación, calumnias y odio por publicar notas de agencias noticiosas, por las cuales se han emitido dictámenes restrictivos a la libertad de informar y opinar, con la amenaza de arrestos hasta por 36 horas y sanciones privativas de la libertad, que sólo buscan limitar nuestra función periodística.

A sus acciones fiscales, legales y judiciales se suma el bloqueo a eventos oficiales a nuestros reporteros y el clima de animadversión que promueve en contra de TRIBUNA de Campeche. Resentimos acoso y persecución desde hace 26 meses por denunciar el saqueo, desvío de recursos e imparable corrupción de un Gobierno estéril y putrefacto, que no detendrá nuestra labor.

CHAIRA DEL PRESIDENTE. Fue evidente que la mañanera presidencial del pasado martes 6 de noviembre buscó apartar la atención mediática del abandono en el cual el Gobierno Federal mantiene a los damnificados de Guerrero. Para ello, López Obrador utilizó de su servil y sumisa aduladora, que otra vez acaparó comentarios políticos a lo largo del país, como este de Hilario Olea titulado “Chairo del Presidente” que dice:

“Caray, cuando pensé que lo había visto todo en materia de lambisconería y abyección con las actitudes y dichos de la señora gobernadora de Campeche, Layda Sansores, que incluso le da por besarle la mano al presidente López Obrador cuando la visita, pues se han quedado cortos con la sumisión del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, sin el menor pudor dijo en evento público ‘soy un chairo del Presidente’”.

En su intervención, la gobernadora más corrupta y lamebotas que ha tenido Campeche anunció que “el 15 de diciembre será la fiesta de la osadía y de la visión apasionada de un hombre que supo generar una gigantesca veta de luz contra las dudas y los pronósticos de los egoístas rabiosos…”. ¿Cuál osadía? ¿Acaso invirtió su dinero? ¿Y cuál visión si el Tren Maya nunca será rentable? Su rastrerismo y ridiculez son inauditas.