PROMESAS INCUMPLIDAS. A finales de octubre, la titular de Semabicce, Angélica Lara Pérez Ríos, informó que gracias a que el Gobierno Estatal invirtió 89.1 millones de pesos en “81 obras de ampliación, recalibración y mejoramiento de la calidad de la energía eléctrica” al finalizar el 2023, el 99% de las viviendas del Estado tendrían energía estable, sin apagones ni bajones de corriente.
Pues bien, llegamos al plazo anunciado sin que se sientan las mejoras prometidas en el suministro eléctrico. En el Municipio de Campeche aún no inician los trabajos de modernización de la Termoeléctrica; en el de Carmen la subestación eléctrica para la Península de Atasta sigue siendo un sueño guajiro y en Calakmul están peor, pues además de insuficiencia de electricidad no les terminaron el acueducto que les llevaría el vital líquido a sus viviendas.
No pudieron siquiera garantizar la electricidad que requería el Tren Maya para su funcionamiento, y tuvieron que adecuar vagones que operan con diésel para poder inaugurar la obra aún inconclusa. Tantas promesas incumplidas dibujan el rostro de esta cuarta deformación, que promete mucho y no cumple nada. Así, ¿con qué cara piensan pedir el voto a los campechanos, que están hartos del saqueo desmedido de quienes prometieron acabar con la corrupción?
NEFASTOS RESULTADOS. Es caótico el panorama que enfrenta Pemex, ya que según un reportaje elaborado por Publimetro, México agotó el 88% de su petróleo y sus reservas probadas —que se encuentran en zonas de difícil acceso y que tienen un mayor costo de extracción— alcanzarían para 11 años de consumo, según especialistas del CIEP y de la UNAM.
Por primera vez en su historia, Pemex dejó de aportar ingresos reales al país, pues recibió apoyos y transferencias por un billón 832 mil millones de pesos del Gobierno Federal y pagó derechos por un billón 848 mil millones de pesos, o sea tuvo una ganancia casi inexistente. Esa mínima ganancia real de 16 mil millones de pesos palidece ante la pérdida real de 129 mil 167 millones de pesos que se anticipa para 2024.
La pésima administración de la petrolera en este sexenio tuvo como consecuencia el incremento de la deuda con proveedores, además de que no ha saneado sus finanzas, con lo que heredará un complicado panorama. Son nefastas las cuentas que entregará López Obrador al concluir su mandato, y ésta es sólo una pequeña prueba de ello.
ELECTORAL RIFA DE MOTOS. Esa estrechez económica de Pemex que se vislumbra para 2024, sin duda impactará en las finanzas de Campeche. Por ello no vemos que inicie la obra de ninguno de los grandes proyectos anunciados por doña Corrupta, como la subestación eléctrica para la Península de Atasta, el tren eléctrico para conectar la capital con la estación del tren, o la modernización de las carreteras estatales destruidas por el paso de la maquinaria del Tren Maya.
Con Andrés Manuel López Obrador subió el endeudamiento un 15.5%, pues era per cápita de 109 mil 818 pesos en 2019, y será de 126 mil 818 en 2024. Además, previendo la debacle que se viene en Pemex, el tabasqueño contratará 1.9 billones de pesos de deuda para solventar los gastos de su último año de Gobierno. Sin duda, entregará un país peor y más endeudado.
Siempre hemos dicho que para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta. ¿Recuerda cuánto criticó doña Corrupta las maquetas de Alito? No tardaremos en ver cómo las suyas se van a la basura, pues no cumplirá nada de lo que prometió. Les jurará que una vez que gane su amiga Claudia nos irá mejor, pero no se deje engañar, no olvide que es una cínica, mentirosa y desvergonzada. ¿Por qué cree que anda desesperada rifando motos y autos? El miedo no anda en burro.
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