CIUDAD DE MÉXICO (El Universal).— La inflación y los malos hábitos han llevado a que cada vez más consumidores busquen saciar su hambre con la llamada comida chatarra, coinciden empresarios y analistas consultados.
“Doritos o Tostitos con cueritos y salsa Valentina, todos tienen un gran mercado, es un negocio muy importante, un área de oportunidad que está al alza. Mucha gente cae en este tipo de consumo porque quiere matar el hambre. Desde hace tiempo está bajando el consumo de proteína, la garnacha tenía proteína, pero las botanas no”, manifiesta el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera.
Después de la pandemia se observa una tendencia en que los oficinistas, que se ven obligados a comer en la calle, compran más botanas como si fueran comida, así como sopas instantáneas a las que solamente le agregan agua caliente, señala.
“Hay cambios en los hábitos de compra relacionados con la nutrición, la gente come mal, come lo que le llena, no lo que nutre”, explica.
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