Arlequín (*)
¿Y a usted la le cayó el 20? No, no empiece, no le estoy preguntando si ya le cepillaron 20 por ciento de su sueldo para la campaña de Claudia Sheinbaum. A lo que me refiero, es si ya se dio cuenta, si ya le cayó el veinte —como dice la momiza—, de que ponerle el segundo piso a la cuarta transformación no será nada barato, y que todos tenemos que invertir para poder garantizar la continuidad del proyecto que nos permita seguir viviendo en este edén que ha creado el actual Gobierno.
No por ahorrarse unos cuantos pesos ahora, mañana vaya a estar chillando porque la derecha conservadora regresó al poder. Lo de entregar el 20 por ciento de sus ingresos es sólo el piso, si usted quiere verdaderamente garantizar que haya continuidad, piense en tributar 30, 40, 50 por ciento, o lo que más pueda. Es cierto que el año pasado, en la elección del Estado de México, se pidieron a los empleados públicos moches de 10 por ciento, pero ahora el reto es nacional, por lo que el diezmo es doble.
Piense que no se trata de un gasto, sino de una inversión, pues con lo que usted done “voluntariamente” a la campaña morenista se le multiplicará en bienestar cuando la cuarta trasformación vuelva a triunfar. Con el correr del tiempo, se dará cuenta que esta política de donaciones, se trasformarán en algo así como un programa para devolver al pueblo lo mochado.
Con sólo 20 por ciento de sus ingresos asegurará mantener el sistema actual de salud con muchos hospitales equipados con lo último de la tecnología, cero desabasto de medicamentos y los servicios de la farmacia más grande del mundo que en 24, o 48 horas máximo, le hará llegar la medicina que usted necesite, desde luego gratis y de buen modo, es decir, un sistema sanitario como el de Dinamarca, pero con el plus de una Megafarmacia.
Ese 20 por ciento también permitirá que usted siga viviendo un país pacífico, sin extorsión, sin huachicol, sin corrupción, y en donde su vida está garantizada, siempre y cuando no compre ni consuma drogas, no se meta con los cárteles del narcotráfico y respete la política de abrazos, no balazos. Si usted, como las autoridades, los respeta y no se mete con ellos, seguro no se meterán con usted y vivirá tranquilo y por muchos años.
Y además, al dar su moche usted permitirá que las pensiones de adultos mayores, jóvenes construyendo el futuro ,y demás programas sociales, no sólo funcionen a la perfección como sucede ahora, sino que los montos sigan incrementándose año con año, y aunque los conservadores digan que el endeudamiento por el financiamiento de estos programas y algunos otros gustitos que se ha dado el Gobierno se volverán impagables, usted no se preocupe por el mañana, viva feliz, feliz, feliz ahora y ya luego vemos de dónde sale para pagar, y de ser necesario se le pedirá un moche más a mitad de sexenio para financiar estos programas.
Aunque no sólo se trata de mantener lo que ya se tiene, sino ir por más. Si usted ayuda con su moche a que siga la 4T, seguro recibirá 100% de su sueldo el día que se jubile. Ya tenemos dos trenes nuevos, una refinería y varios aeropuertos, la continuidad del proyecto lopezobradorista garantiza que en los próximos años las obras magnas continúen.
De menos, en los siguientes seis años de otro gobierno morenista, se construirán un par de refinerías, un aeropuerto en cada Estado del país, varios trenes, incluido el trenecito de Chapultepec, que data del periodo neoliberal y que ya requiere de una renovación, y, al menos, un estadio de béisbol en cada ciudad principal del país.
Con su moche de inversión también ayudará a que la 4T siga haciendo negocios exitosos, como el del Gas Bienestar y a que se compre una nueva línea aérea que se sume a Mexicana, y que muy probablemente se llame Bienestar Airlines, que viaje directo a destinos internacionales como Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Recuerde que el creador de todo, de este movimiento de transformación, ha dicho que no hay que obsesionarse con el dinero, que hay que decir no al lujo barato, al consumismo y que lo único que material que se requiere para ser feliz es un par de zapatos y 200 pesos en la cartera.
Claramente el presidente López Obrador ha dicho que “el dinero es el papá y la mamá del diablo”, así que exorcícese y saque a Satanás de su cuerpo y móchese con el 20 por ciento de sus ingresos para que esos diabólicos pesos se purifiquen al ayudar a que siga la transformación.
ME CANSO GANSO. El Arlequín del pueblo.
Ya deja a esa hija de su pu…sima ma…, dijo la ministra del buen decir, la autodenominada “ministra del pueblo”, Lenia Batres a su hijo. Este Arlequín que tiene hocico de dragón, pero que por respeto a usted no lo utiliza en este espacio, no quiere ser ministro de la Suprema Corte, pero, desde ahora se autodeclara Arlequín del pueblo.
(*) Analista serio de la política cómica.
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