El domingo pasado, Claudia Sheinbaum Pardo acudió a la sede del Instituto Nacional Electoral (INE) a solicitar su registro como candidata presidencial por la coalición “Sigamos Haciendo Historia” que conforman Morena-PT-PVEM, y entre su selecta lista de invitados no estuvo la Tía Corrupta.
Han surgido toda suerte de hipótesis y conjeturas para explicar la ausencia de la senecta de Palacio. La principal es que, más que respaldar a la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, su asistencia le representa un lastre. Un perjuicio. Terrible daño.
Vaya, la Tía Corrupta contradice todo el discurso que pronunció la abanderada oficialista y sus 15 principales compromisos luego de solicitar su registro ante el INE.
Por ejemplo, eso de impulsar “un gobierno austero, honesto, sin influyentismo, corrupción, ni impunidad…” es algo que no cuadra con la conducta cotidiana de la mandataria local, pues toda su Administración está plagada de derroche, deshonestidad, influyentismo, nepotismo, corrupción, impunidad…”.
No podría pararse en ningún atril doña Corrupta a pronunciar un discurso respaldando ese compromiso sin morderse la lengua, sin cederle a sus adversarios la oportunidad de aportarle elementos y demostrarle que miente.
Sostuvo la Sheinbaum que no utilizará la fuerza del Estado para perseguir a sus adversarios políticos ni a quienes piensen diferente, lo que en los hechos es un panorama adverso al que existe en Campeche, donde todos los días, pero especialmente los martes por la noche, se promueven campañas de odio y persecución contra todos los que no comulgan con los ideales de la mandataria.
¿Podrá la campechana sostener que “garantizará libertades, la igualdad sustantiva y, entre otros derechos, el de las mujeres a una vida libre de violencias, además de que respetará la diversidad política, social, cultural y sexual” cuando que es una costumbre cotidiana suya lanzarse contra la alcaldesa de Campeche sólo porque es popular, bella y proporciona resultados?
En este contexto, es claro que a Claudia le conviene tener lo más lejos posible a la gobernante de Campeche. Le ahuyenta votos. Le espanta posibilidad de reclutar nuevos incautos. Es un verdadero lastre.
Las encuestas no mienten y desde ahora se advierte que Campeche podría ser de esos Estados en donde Claudia no tendrá los resultados que esperan. El voto de castigo va ser implacable.
Buena decisión de Sheinbaum alejar a la Tía Corrupta de su equipo. ¿No hay manera de que de la misma forma la alejen de Campeche y los campechanos, donde también ha hecho mucho daño? Una embajada en Siberia sería buena idea.
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