EXPEDIENTE | LEYES CONTRA LOS ABUSOS

El otorgamiento de suspensiones provisionales en favor de los más de 900 policías sublevados, para evitar que sean detenidos, suspendidos, sancionados o cancelados los pagos de sus sueldos, y la decisión del Senado de la República de dar entrada a la propuesta de desaparición de poderes en Campeche, confirman que vivimos en un Estado de Derecho, y que las leyes se hicieron para frenar los abusos de los gobernantes y restituir la legalidad.

Es cierto, el planteamiento de desaparición de poderes en Campeche tendrá que ser analizado en comisiones, y después propuesto para su discusión y aprobación —o rechazo— ante el pleno del Senado. Las probabilidades de que tenga el respaldo mayoritario son escasas, si tenemos en consideración que, tanto en comisiones como en el Pleno, impera la mayoría morenista, y lo lógico sería que se inclinen a favor de Sansores San Román.

Pero no hay que olvidar que la gobernadora ha abierto tantos frentes de batalla en su locura pertinaz desde hace dos años y medio, que es posible que los propios senadores de Morena, con muchos de los cuales se ha enfrentado y muchos de los cuales no la ven con simpatía, se cobren las viejas afrentas y voten a favor de que sea destituida y que se designe a un interino para resolver los conflictos que se han acumulado en la entidad.

Aún más, hasta es posible que Morena esté respaldando bajo el agua, que prospere la iniciativa de desaparición de poderes, que propuso la legisladora campechana Cecilia Sánchez, como estrategia salvavidas que le permita recuperar esa confianza ciudadana, perdido por las permanentes torpezas de quienes gobiernan a sus Estados bajo esas siglas.

Es probable que el capital político del presidente López Obrador se haya mantenido con altos niveles de aprobación y de popularidad, según señalan la mayoría de las encuestas, pero es innegable que los malos gobernantes de Morena en los Estados, como el caso de Campeche, han socavado con sus gigantescos yerros, el respaldo que pudieran darle a los candidatos de ese partido, entre ellos, Claudia Sheinbaum.

Hay Estados de alta densidad poblacional, como Veracruz, que pudieran inclinar la balanza electoral con sus votos, y no olvidemos el audio que circula en las redes sociales, donde Layda Elena confiesa que “Veracruz ya está perdido”, de suerte que ese mismo fenómeno se podría replicar en otras entidades.

En ese tenor, el probable fallo contra Layda en el Senado podría servirle a Morena como instrumento para recuperar el Estado de Derecho y simular que sí se puede volver a confiar en ellos. Si le dan la espalda al pueblo y respaldan a la campechana, entonces los efectos electorales podrían ser opuestos.

Hay que reconocer que el trabajo en equipo, la solidaridad ciudadana, el respaldo de representantes populares, medios de comunicación independientes y de las corporaciones policiacas de otras entidades del país, han propiciado que este conflicto se mantenga sin demérito alguno.

Las suspensiones otorgadas por el juzgador federal van a propiciar que los policías puedan continuar con su movimiento sin temor a sobresaltos, represalias o más traiciones de la gobernadora, y debería ser la pauta para que la protesta contra la mandataria se diversifique, y se haga sentir el respaldo en todas las comunidades y Municipios de  la entidad.

Pudieran sumarse a la protesta desde los Municipios replicando los plantones en las sedes de los destacamentos policiacos, con marchas ciudadanas en las cabeceras municipales, con manifiestos públicos de líderes y organizaciones sociales, con el ruido de las cacerolas de las amas de casa para ver si así la gobernadora escucha el clamor popular, o escribiendo mensajes de respaldo en los medallones de los automóviles, para que todos sepan que en Campeche hay un pueblo unido en torno a la policía buena, y que la causa común nos ha unido a todos los campechanos que sí contamos con principios y valores. 

Salgamos a apoyarlos el sábado. Por el bien de Campeche, ¡fuera Marcela y sus foráneos! Que así sea.