Incongruencia discursiva

¿Por qué tantos guaruras? ¿A qué le temen quienes se encuentran al frente del Gobierno o son candidatos a puestos de elección popular?

—“¿Ya se dieron cuenta de cuántos guaruras tiene la “heroína del amor” en sus recorridos  de campaña?”, preguntó don Julián a sus amigos con quienes cada tarde charla sobre diversos tópicos interesantes de la comunidad.

—“Leí que le detuvieron a dos de la Guardia Nacional fuertemente armados”, respondió de botepronto don Memín, el rechoncho aseador de calzados del Parque Principal, quien sabe más de política local, que el más avezado asesor de los candidatos.

—“Pues son más —aclara doña Chela— ella misma, la payasita con lentes dijo que tiene a seis guardaespaldas armados, entre agentes estatales y federales. Y no dudamos que anden por ahí otros guaruras cerca de donde hace campaña, porque lo que no puede ocultar esa chamaca es que cada vez que sale a caminar, se anda muriendo de miedo…”.

Don Julián retomó su alocución inicial y recordó que si bien la heroína del amor anda con por lo menos 10 guardaespaldas, su coordinador de campaña, el Tarado sin Cerebro, sobrino predilecto de la Tía Rata, anda con al menos cuatro gendarmes más, todos fuertemente armados y operando además, con sofisticados equipos de intercomunicación”.

“La propia rata, corrupta y mentecata gobernadora —agregó— anda por todas partes con más de 10 guardaespaldas, su hermanita lleva a otros seis u ocho, su funcionaria consentida, la huera Pelos de Sosquil igual anda con 10, el fiscalito chafa se moviliza con seis u ocho,  y el presidente del Congreso, el diputadito que quiere reelegirse también se mueve con no menos de seis vigilantes fuertemente armados”.

“Y lo que más llama la atención —sentenció el veterano charlista— es que todos esos payasos se la pasan en sus discursos diciendo que vivimos en uno de los Estados más seguros del país. Si así fuera, entonces ¿para qué requieren a tanta guaruriza?”, cuestionó.

Sus contertulios respaldaron sus dichos y más de uno se preguntó, rascándose la cabeza, si esa gran cantidad de policías están cuidando las espaldas de los candidatos y de los funcionarios de Gobierno, ¿entonces quién nos cuida a nosotros?  ¿O será que ellos requieren ser protegidos porque algo han hecho mal? ¿Porque llegaron a acuerdos con los capos de los cárteles y temen que por su incumplimiento cualquier día de estos sean víctima de algún atentado? Qué cosas raras están pasando en esta tierra desde la llegada de la Tía Rata y piratas fuereños…