QUE SÍ VENDIÓ LA PLAZA.
Nos comentan los policías en paro que temen por sus vidas y las de sus familias, pues en innumerables ocasiones se les ordenó dejar libres a delincuentes detenidos en flagrancia, porque sí existen acuerdos entre el crimen organizado y el Gobierno de Campeche, y que la encargada de tratar con ellos es, precisamente, Marcela Muñoz Martínez.
Los uniformados en manifestación pacífica se sienten aún más inseguros, pues el objetivo de Layda Sansores al conformar una nueva corporación policiaca no es acabar con supuesta corrupción, como alega, sino cumplir los compromisos que pactó con el grupo criminal al que vendió la plaza a cambio del dinero con el que financió su campaña. Parte del acuerdo fue poner a Marcela Muñoz al frente de la SPSC.
Que ejecuciones y balaceras las ordena ese nuevo cártel criminal que pactó con Layda Sansores, que vino a operar a Campeche con la impunidad que les garantiza la guanajuatense Marcela Muñoz. Alarmantes confesiones que llevan a concluir que si en realidad se busca erradicar la corrupción, se tiene que empezar por cesar y juzgar a la propia gobernadora. Vendió su alma al diablo, y se llevó a los campechanos entre sus horribles patas.
INEPTITUD EXPONENCIAL.
Los “Rozones” publicados en La Razón de México este martes, comentan del incremento delincuencial que persiste en el Estado, que parece acentuarse con el paro policial. Con el título “Alertas en Campeche”, reproducimos textualmente.
“Y fue en Campeche donde fue asesinado a tiros un empresario, y la esposa herida, cuando circulaban a bordo de una camioneta por la carretera federal en el tramo Ixpujil-Chetumal. Los primeros reportes de los que daban cuenta varios medios locales indicaban que la pareja fue aparentemente interceptada por hombres armados quienes dispararon en varias ocasiones al vehículo. Las balas alcanzaron al empresario, quien falleció en el lugar, en tanto que su esposa fue trasladada de emergencia al hospital, para su atención. Lo anterior viene a cuenta porque entre quienes pulsan con regularidad los temas de criminalidad en la entidad, nos hacen notar que no se pueden perder de vista este tipo de hechos y tampoco que en el Estado persiste el problema del paro de quienes se encargan de atender la seguridad. Un incremento de la actividad delictiva sumado a la reducción de las capacidades policiacas en la entidad a cargo de Layda Sansores es algo que no suena nada bien… nos aseguran”.
Lamentablemente la gobernadora se niega a remover a la criminal Marcela Muñoz de la SPSC —que 31 meses ha comprobado su ineptitud y carencia de experiencia en seguridad—, y además mandó quitarle patrullas y combustible a los policías para obstruir sus labores. ¿Será porque sí está coludida con los delincuentes? La responsable directa del incremento en la delincuencia es Layda Sansores, que no sabe gobernar y menos aún proteger a los campechanos.
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