A consulta el tren ligero

Si este Gobierno llamado de la 4T se considera democrático, no debe tener miedo a someter a consulta popular las obras del Tren Ligero, o en su lugar, mejorar la infraestructura de agua potable en la capital…

 “Las sociedades modernas de las naciones que se precien de ser democráticas, ya no deben regirse por el autoritatismo y la imposición de proyectos que impacten a toda la colectividad. Lo adecuado debería ser fomentar la participación ciudadana, para enriquecer los proyectos originales, y que los gobiernos se ajusten a lo que verdaderamente quiere el pueblo”.

“Esa es, finalmente, la esencia, la definición de eso que llamamos democracia: el poder del pueblo, o la vox pópuli (la voz del pueblo) que debería escucharse en todas legislaturas del país, tanto estatales como en las cámaras federales.

Sin embargo, nuestras sociedades, sobre todo a partir de la llegada de esa llamada 4T, abandonaron sus convicciones iniciales de la democratización del poder, de fomentar mayor participación ciudadana para la toma de decisiones, y mantuvieron la inercia de los gobiernos autoritarios, que primero hacen y después “viriguan”, como decían los revolucionarios antiguos”.

Es don Julián el que ha proferido semejante disertación ante un auditorio que lo escucha interesado, pero que le pide que aterrice el tema. Que diga exactamente a qué se refiere. Y el viejo charlista accede a la demanda.

“Me estoy refiriendo al debate que se ha armado en un importante segmento de nuestra sociedad respecto a qué se debe priorizar: si a continuar con la fantasiosa terquedad de construir un tren ligero, que evidentemente no hace falta, o mejorar toda la infraestructura para que nuestra capital disponga de agua potable de buena calidad, que llegue con fuerza a los hogares, y que se garantice esta eficiencia para los próximos 20 o 30 años”.

“Construir un Tren Ligero que nos costará más de 4 mil millones de pesos, sin duda que satisface el ego del Tatich Presidencial y de su sumisa empleada, quien despacha en el cuarto piso, pero no atiende a las necesidades reales del pueblo.  Por eso creo que se debe someter a consulta popular qué es lo que se debe hacer, y después acatar el veredicto general”.

La audiencia respalda plenamente el encendido discurso del viejo charlista, y coinciden en que si este Gobierno llamado de la 4T se considera democrático, no debe tener miedo a someter a una consulta popular sobre las obras del Tren Ligero, o proponer como alternativa, mejorar la infraestructura del agua potable. Si se convoca a esa consulta, pregunta, ¿usted, por cuál opción votaría?