De los votantes depende si centramos a la gobernadora para que se ajuste a la legalidad y le pare a sus excesos, o le damos más herramientas para que sus arbitrariedades se multipliquen…
Tal y como advirtió hace dos meses el delicadito titular de la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado, el chilanguito Juan Pedro Alcudia Vázquez, el Gobierno del Estado (léase la corrupta, arbitraria y represora gobernadora Layda Sansores San Román) no se iba a tentar el corazón para despedir a todos los policías que se hayan sublevado contra su querida Marcela Muñoz.
De inicio, ya fueron cesados siete de los elementos que dieron la cara y hablaron a nombre de sus compañeros; hay otros 65 a quienes se les suspendió el sueldo arbitrariamente y sus casos están siendo analizados en la Comisión de Honor y Justicia, que cumplirá con su función de cercenar las cabezas de esos inconformes, mientras que el fiscal prepara las órdenes de aprehensión contra todos los que se nieguen a someterse a los caprichos de la guanajuatense.
Dijo la gobernadora que la “decisión” la tomará después del 2 de junio. Es decir, a partir del próximo lunes. Y de acuerdo a nuestro entender, esa decisión la tomará en medio de dos escenarios posibles:
1.— Con su partido arrasando tanto la elección presidencial, como la renovación de las cámaras de Senadores y Diputados, con la mayoría (o la totalidad) de las 13 alcaldías de la entidad y con la mayoría de los diputados del Congreso, para lo cual tendrían que ganar al menos 11 distritos de mayoría, para asegurar con las posiciones plurinominales, el control del Poder Legislativo. O,
2.— Con su partido derrotado. Con posibilidades de ganar la Presidencia de la República, como anticipan la mayoría de las encuestas, pero con derrotas en las elecciones a senadores, diputados federales, alcaldías y el Congreso de Campeche, tal y como adelantan también los sondeos de mayor credibilidad.
Si Layda amanece el lunes con el escenario 1, seguramente desde ese mismo día ordenará la incursión violenta de la Guardia Nacional a las instalaciones de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana, para recuperar el edificio y detener a los policías que se resistan a rendirse ante Marcela.
Si el lunes los votantes le concedemos el escenario 2, entonces tendrá que reflexionar seriamente en la posibilidad de pedirle a su querida Marcela su renuncia y designar en su lugar a alguien con capacidad suficiente para lograr la reconstrucción de la SPSC. Y no se descarte que, de paso, Layda pida perdón a los campechanos por sus excesos.
De los ciudadanos campechanos depende qué escenario prefieren para nuestra entidad. O centramos a la gobernadora para que se ajuste a la legalidad y le pare a sus excesos, o le damos más herramientas para que sus arbitrariedades se multipliquen…
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