A falta de vigilancia policiaca este domingo, los mapaches podrán operar, los grupos de choque reventar la elección, y los delincuentes de todo tipo operar a su antojo. Otra torpeza de Layda y Marcela.
El acuerdo administrativo firmado por la aún secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez, para ceder a las corporaciones federales la vigilancia de la jornada de votaciones de este domingo, y la decisión de “encuartelar” a los policías estatales en el Municipio de Campeche, confirma que se ha planeado todo un operativo para robarse las elecciones tanto a diputados como a la alcaldía.
El resumen es claro: no habrá vigilancia policiaca, por lo que tanto los mapaches que compran votos, como los grupos de choque, cuya encomienda principal es reventar la elección, generar violencia y robar urnas, podrán operar a sus anchas, ya que tanto la Guardia Nacional como el Ejército y la Armada de México no cuentan con elementos suficientes para vigilar todas las casillas.
La decisión tomada por Marcela Muñoz y avalada por la gobernadora Layda Sansores empaña a priori todo el proceso electoral. Parece que en lugar de garantizar la certeza de la jornada, la limpieza de los resultados y la confianza ciudadana para salir a votar, se genera un clima adverso.
¿Quieren reprimir la participación de los votantes libres y conscientes, que van a ejercer el voto de castigo? ¿Pretenden que solo sus votos comprados se depositen en las urnas? ¿Que solo acudan a las urnas quienes se integren a sus movilizaciones, o acarreo de votantes?
Lo peor es que todas las triquiñuelas enlistadas en el “Manual del buen Mapache” (cuya autoría original se atribuye a Carlos Sansores Pérez, aunque el texto ha tenido varias modificaciones, agregados y anexos), se podrán aplicar impunemente este domingo porque no habrá patrullaje ni personal policial que lo impida.
Los rateros podrán asaltar tiendas de conveniencia, farmacias, transeúntes, casas habitación y todo lo que tengan a la mano, ya que la orden de la corrupta, inepta y requetependeja Marcela Muñoz, es que los uniformados permanezcan encuartelados en la sede oficial de la SPSC que es la Academia de Policía, y que los otros, los rebeldes pero buenos elementos, no salgan a la calle, porque serían acusados de usurpación de funciones y serían detenidos “in fraganti” por los agentes ministeriales de Renato.
Paso libre, pues, a la delincuencia, a los mapaches electorales, a los grupos de choque. Panorama adverso para la ciudadanía que solo pide elecciones tranquilas. Un yerro más de la gobernadora Sansores y de su querida pero inepta y decrépita Marcela. Torpeza que les costará muy caro en su momento.
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