Sabor a fraude

Lo lamentable de estos resultados es que tendremos tres años más de arbitrariedades, abusos, excesos y corruptelas de la Tía Rata, de su sobrino loco y de la banda de rufianes que los acompañan…

La difusión de los resultados oficiales tanto en la elección nacional como en la estatal, generó mucho escepticismo en la comunidad. Muchos lugareños aseguraron que es claro que hubo fraude, compra de votos y chantaje con los programas sociales, mientras que otros más catalogan ese proceso como “histórico” y la del partido guinda en la Presidencia, como triunfo inobjetable.

—“Lo que suceda a nivel nacional es tema que resolverán las autoridades federales —intervino don Julián— lo que realmente nos preocupa es que nos hayan atado las manos al no alcanzar los votos suficientes para tener un Congreso realmente independiente. El problema es que aquí todo lo resolverá la gobernante, ella dará las instrucciones y los consejeros electorales las acatarán”.

Y continuó: “Los partidos que perdieron deberán ser autocríticos y definir con precisión por qué perdieron y qué van a hacer para corregir esas fallas. Lo primero que deben admitir es que en esta ocasión se les fue la liebre porque no pusieron candidatos fuertes, ni conocidos ni con arraigo. Hay que ver los votos que alcanzaron los candidatos tricolores a diputados. Dan pena, y eso fortalece la versión de que el tal Alito se vendió anticipadamente con la Tía Rata”.

Don Memín metió su cuchara: “No hubo vigilancia en los distritos rurales, entre los candidatos a diputados por los distritos de la Isla de Tris y los de la Bahía de la Buena Pelea, se llevaron la mayoría en el Congreso. La oposición no se concentró en esas jurisdicciones y por allá se les fue la liebre, como dice el maestro don Julián”, argumentó.

El gurú del grupo insistió en que si los partidos derrotados se escudan sólo en el cuento de que ‘hubo fraude’, seguramente que se quitarán el golpe de encima, pero eso no arreglará nada. Si esos partidos no se refundan, si no mejoran sus estrategias y su manera de cómo trabajan con el pueblo, van a seguir cayendo hasta que pierdan de manera definitiva su registro y entonces sí, los guindas podrán competir solitos y ganar todas las elecciones, como en los gobiernos totalitarios, al que nadie de nosotros quiere llegar”.

“Es lamentable —indicó el viejo charlista— que a pesar de que todo el proceso tiene un tufo de fraude, las autoridades electas mantengan un tono autoritario y soberbio en el discurso, lo que nos habla de que al menos en estas benditas tierras, tendremos tres años más de arbitrariedades, abusos, excesos y corruptelas de la Tía Rata, de su sobrino loco y de la banda de rufianes que los acompañan y eso no deja de ser condenable”, concluyó.