Malos presagios…

A la Ruca Gacha no le interesa pasar a la historia como la mejor gobernanta, sino hacer lo mismo que su papá: saquear el presupuesto junto con toda su parentela…

“Malos tiempos le esperan a este pueblo con la Tía Rata ensoberbecida porque no le dieron la felpa que se merecía. Vendrán los días de la venganza, del revanchismo y de saciar el rencor contra todos los que no piensan como ella, o que se han opuesto a sus dictados y caprichos”.

La tenebrosa introducción a la charla vespertina por parte del gurú don Julián, puso los pelos de punta a más de uno, que estuvieron a punto de exclamar, como algunos fifís tras el triunfo arrollador de Claudia Sheinbaum: “entonces me voy del país”, pero se reprimieron las ganas de decirlo por la sencilla razón de que en ninguna otra ciudad de la nación o del extranjero, tienen ni donde caerse muertos.

—“¿En qué se basa tan fatal aseveración?”, cuestionó doña Chela, asustada porque creyó que con los primeros tres años de la Ruca Gacha al frente de los destinos de este noble y sabio pueblo, ya había pasado lo peor, y ahora sí se dedicaría a gobernar “para todos”, como dice su farsante y mentiroso slogan de Gobierno.

—“Si a nivel nacional pretenden aprobar todas las reformas para poner al Poder Judicial al servicio del Ejecutivo, y para que desaparezcan las instituciones autónomas, ¿que nos puede esperar a los que habitamos este rancho tan alejado de Dios y tan cerca de Mérida?”, cuestionó el veterano charlista.

Y él solito se respondió: “Por lo que hemos visto en la primera mitad de su Gobierno, a la Tía Rata no le interesa pasar a la historia como la mejor gobernante. Ella quiere hacer lo mismo que su papá: saquear todo lo que pueda de los recursos del Estado, no tanto para ella, que ya está en el ocaso de su existencia, sino para su parentela toda, que necesita apuntalar sus negocios y resucitar otros ya quebrados. Vean ustedes cómo hasta Sansorenzo cambió de fisonomía apenas llegó la loca a gobernar. Antes era un sitio deprimente y abandonado”.

Don Memín coincidió totalmente con su viejo maestro y recurrió a sus socorridos adagios: “Hay un refrán que dice que ‘chango viejo no aprende maroma nueva’, y ese es el caso de la Ruca Gacha que este agosto ajustará 80 años, y ya no puede cambiar de mentalidad ni aunque le trasplantaran otro cerebro. Ella seguirá siendo autoritaria, vengativa, revanchista y traicionera, por lo que aprovechará cada oportunidad que se le presente para cobrarse las cuentas de  quienes le deben”.

“A la  lista de Alito, Elito, Bibiana, los policías y varios periodistas, hay que añadirle toda la capital que votó masivamente en su contra. Que nadie se extrañe si restringe el presupuesto, y hasta sabotea varios servicios públicos, como el agua potable, con tal de que los habitantes sufran las secuelas de su venganza. Sí, malos tiempos se avecinan para nuestro pueblo…”, coincidió.