Los de este Gobierno no tienen sensibilidad política ni empatía con la gente pobre, así que será difícil que les den alguna ayuda de emergencia a quienes perdieron su casa o sus cosechas…
—“¿Ya salió la Ruca Gacha de la cueva donde se refugió, para que no le salgan más arrugas por la humedad que trajeron las lluvias de la tormenta tropical Alberto?”, preguntó divertida doña Chela, luego de tres días de ausencia debido a las inundaciones de calles y avenidas de la capital que le impidieron salir de su casa ubicada en Siglo XXI.
Sus interlocutores sonrieron por el sarcasmo de la ex burócrata estatal, que por si las moscas, salió de su casa con paraguas, impermeable y botas de plástico, para que pueda pasar de una esquina a otra por las calles encharcadas sin mojarse los pies, para evitar resfriados.
—“Eso de gobernar desde las redes sociales es lo más fácil del mundo, así ni se moja los pies ni se expone a que le caiga un rayo. Qué comodina nos salió la Tía Rata, quien no pasó su primera prueba con el diluvio que nos cayó durante tres días. Mi colonia Siglo XXI no la visitó ni ella ni ninguno de sus funcionarios, sólo los trabajadores municipales y los policías en rebeldía fueron a apoyarnos”, añadió doña Chela.
—“Hay que agradecerle a Dios que las cosas no pasaron a mayores —expuso don Julián— las imágenes de la tormenta tropical se veían dantescas, era un monstruo capaz de arrasar con nuestro Estado, pero afortunadamente los daños fueron mínimos”.
—“Todo depende del cristal con que lo mires” —observó a su vez don Memín, tan afecto a recurrir a refranes y dichos populares— porque hay productores de hortalizas que lo perdieron todo, como los de Chemblás, Hampolol, Kobén, Nohacal y de otros pueblitos que son partes inundables, ya que se ubican en zonas bajas. ¿Quién los va a apoyar para que recuperen sus pérdidas?”, cuestionó.
Don Julián se disculpó por su anterior comentario y admitió que, en efecto, para un campesino, un horticultor, un pequeño ganadero, un mielero, perder su cosecha es perderlo todo, y lo peor es que se ha perdido la esperanza.
“Este Gobierno no apoya a los productores que han sufrido siniestros, y no los apoya por dos razones: la primera, porque desaparecieron el Fondo de Desastres y supuestamente ya no tienen dinero para eso, y segundo, porque no tienen corazón, no tienen sentimientos. Los de este Gobierno no tienen sensibilidad política ni empatía con la gente pobre, así que va a ser difícil que les den alguna ayuda de emergencia”, aseveró.
—“Entonces la Ruca Gacha va a seguir escondida unas semanas más, ya que su pretexto de siempre es que no hay dinero, y con ese cuento les va a salir seguramente a los campesinos que perdieron sus cosechas, cuando éstos vayan a Palacio a pedir ayuda. ¡Qué mal Gobierno tenemos, que hasta la naturaleza nos castiga con inundaciones!”, se quejó doña Chela.
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