Se va al gabinete

El poeta Casimiro dio a conocer a la selecta audiencia información confidencial que había recibido de sus fuentes fidedignas, y que le causarán al pueblo una gran alegría…

Entre los habitantes del reino de la Culebra y la Garrapata generó mucha expectación el anuncio de que la Corcholata Presidencial daría a conocer  en las próximas horas a los integrantes de su gabinete, pues entre los candidatos figuraban prominentes y conspicuos representantes de la comunidad.

—“La justicia, esa madre que da a sus hijos lo que verdaderamente les corresponde, ha volteado con gracia a esta bendita tierra del pan de cazón para elevar a sus hijos a categorías internacionales, gracias al desempeño obtenido a lo largo de su trayectoria”, anunció con voz de profeta Casimiro, el poeta vernáculo que cada vez que hablaba lo hacía con ritmo de declamación.

—“¿De qué hablas mi estimado y jamás laureado poeta?, cuestionó don Memín, asombrado por lo que supuso, eran grandes revelaciones del escribidor de versos sin esfuerzo. ¿Sabes algo que nosotros los simples mortales ignoramos?

—“¡Claro que sí, respondió el vate henchido de emoción. Mis fuentes fidedignas me revelaron que la Ruca Tía Gacha al fin recibirá el premio por el extraordinario trabajo que ha realizado a favor de su pueblo. Su amiga, la Corcholata Presidencial, le dará al fin el reconocimiento que se merece!”.

La selecta audiencia que lo escuchaba lo miró extrañado por las blasfemias que pronunciaba. ¿Reconocimiento? ¿Extraordinario trabajo realizado?, pareciera con sus dichos, que el poeta Casimiro había desayunado ese día una ensalada de chayote preparado con amor por la Chacha Walas o a lo mejor había recibido unos dulcecitos de esos que reparte el Tarado sin Cerebro.

Don Julián, quien jamás se deja llevar ni por la emoción ni por sus sentimientos, y mucho menos por noticias falsas, le dejó en claro que, en la remota posibilidad de que hija del Sátrapa Negro fuera llamada a integrarse al nuevo equipo de Gobierno de la Corcholata Presidencial, quien saldría ganado, y quien recibiría un premio por eso, sería cada uno de los habitantes de este reino tan abandonado por Dios y tan saqueado por la Tía Rata y su banda de forajidos foráneos.

—“!Es que van a suceder ambas cosas, pronosticó el vate Casimiro. La Ruca Gacha será enviada de embajadora a Siberia, en reconocimiento al desastroso Gobierno que ha tenido, en pago a sus garrafales errores cometidos, y como liberación de este pueblo noble y sabio que ha sufrido sus desgarriates y excesos. De ese modo todos salimos ganando”, aseveró en medio de las risas de aprobación de la selecta audiencia, a quienes el poeta dedicó otro de sus ocurrentes versos:

No le fue mal en la feria,

seguirá su buena racha

pues se va la Ruca Gacha

de embajadora a Siberia.