En su arraigada obsesión por atacar a su acérrima enemiga política Biby Karen Rabelo de la Torre, a quien no le perdona que le haya puesto una arrastrada épica a su recomendada Jamile Moguel Coyoc en la pasada elección, la vengativa y corrupta gobernadora Layda Elena Sansores San Román ha confesado que va a destinar dinero público, para integrar el expediente en que solicitarán que se anule la elección en el Municipio de Campeche.
Su soberbia, narcisismo, inmadurez y esquizofrenia crónica que la ha aquejado toda su vida, no le permiten a la senil y corrupta mandataria aceptar que en los regímenes democráticos se gana o se pierde, y que en el caso del Municipio de Campeche, la mayoría de los votantes le dijeron que no a su histriónica candidata, que no pudo convencernos de que había sobrevivido a un atentado a balazos, como la única razón para votar por ella.
En las dos últimas emisiones de su “Martes del Jaguar”, Sansores San Román ha dicho sin tapujos, rubor, ni vergüenza, que a través de su Consejería Jurídica, y con recursos públicos tanto monetarios como humanos, están recabando las pruebas para fundamentar su solicitud de anulación de los resultados de la elección en la capital campechana.
Y cómo no, si además de la tunda electoral que le dieron a su corcholatita Jamile Moguel, los campechanos votaron masivamente a favor de los candidatos de Movimiento Ciudadano a diputados locales en los siete distritos, incluyendo el séptimo, que se comparte con el Municipio de Tenabo.
Para la soberbia y narcisista Layda Sansores, es inaceptable que el ciudadano haya votado en libertad, y sin presiones, en contra de los candidatos y candidatas de Morena y de sus partidos aliados. Es imposible, según la senecta mandataria, que los campechanos pudieran contradecirla y optar por opciones diferentes a las que ella quiso imponer.
En el razonamiento desviado de Sansores San Román, los campechanos sólo pudieron votar en contra de los candidatos morenistas porque recibieron dinero, porque los presionaron los grupos de choque motorizados (que por cierto fueron controlados por los líderes de colonia afines al Seso Loco) o porque sus votos fueron cambiados por los “corruptos funcionarios” del Instituto Electoral vinculados (según ella) con Movimiento Ciudadano.
Su irracional y acendrada locura, la hace suponer que su candidata Jamile Moguel sólo pudo haber perdido la elección como consecuencia de un fraude, nunca jamás porque los campechanos le demostramos con el voto de castigo, que estamos hartos de sus arbitrariedades, excesos, abusos y Gobierno de nulos resultados y mucha corrupción.
La senil mandataria exige al Instituto Electoral del Estado que no convalide las irregularidades ocurridas durante el proceso electoral, cuando que fueron los candidatos de Morena los que fueron pillados comprando votos, cuando fueron ella y su hermanita la corruptita Laurita, quienes salieron a las calles a regalar despensas a cambio de votos, y cuando fueron los operadores guindas los que sobornaron a los funcionarios de casilla para que no se presenten el día de los comicios.
Acusa la corrupta Layda Elena que hay graves irregularidades, al mismo tiempo que confiesa que ella encabeza los trabajos para recabar “pruebas” que justifiquen la anulación de los resultados, y que todo su equipo, todo el Gobierno del Estado pues, van hacer hasta lo imposible porque las autoridades electorales modifiquen los saldos conocidos hasta ahora.
Es decir, Layda Elena y sus esbirros actúan como verdaderos delincuentes, pero acusan a los demás de ser los que están violentando la ley.
Una prueba más de que Layda Elena Sansores San Román no está bien de sus facultades mentales. Otra evidencia de que no tiene una pizca de demócrata, y una demostración más del abuso de poder en que incurre y ha incurrido su Gobierno.
Esperemos que las autoridades electorales no se dejen intimidar, que no caigan en sus chantajes, y que sí en cambio, tomen puntual nota de las violaciones a la ley en que ha estado incurriendo la peor gobernadora que ha tenido Campeche en toda su historia.
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